En una campaña electoral en la que ningún candidato presidencial logra superar el 10% de intención de voto, los aspirantes a la presidencia se ven tentados a ofrecer "el oro y el moro" con la esperanza de jalar más votos y asomar en la contienda. Sin embargo, entre oferta y oferta, podrían caer en la tentación de entregar dádivas, lo cual está prohibido por ley y podría acarrearles sanciones.
El caso más reciente es el del congresista José Luna Gálvez, de Podemos Perú, quien recientemente visitó el A.H. Buenavista San Germán, en San Martín de Porres, donde llevó una chocolatada y un show navideño, y entregó paletas de dulces a los niños. En sus redes sociales, Luna también ha prometido dar "la mitad del sueldo de los congresistas a los pobres".
Estas acciones podrían ser consideradas como entrega de dádivas, algo que está prohibido por la Ley de Organizaciones Políticas. De hecho, en las elecciones presidenciales de 2016, el entonces candidato César Acuña, de Alianza Para el Progreso, fue excluido del proceso por entregar dinero y dádivas durante su campaña.
Según la ley, está prohibido entregar o prometer entregar dinero, regalos, dádivas, alimentos, medicinas, agua, materiales de construcción, enseres del hogar u otros bienes de valor económico, ya sea de forma directa o a través de terceros, durante la campaña electoral. Las únicas excepciones son la entrega de bienes para consumo individual e inmediato en eventos proselitistas gratuitos, como agua o refrigerio, y artículos de propaganda electoral como lapiceros, almanaques o pegatinas, siempre y cuando no superen el 0.3% de una Unidad Impositiva Tributaria (UIT) por cada unidad entregada.
Si se determina la entrega de dádivas prohibidas durante la campaña, el Jurado Electoral Especial (JEE) respectivo puede aplicar como sanción una multa de 30 UIT. En caso de reincidencia, se puede disponer la exclusión del candidato. Si la dádiva entregada supera el valor de 2 UIT, la exclusión es inmediata.
Sin embargo, los especialistas consultados señalan que, en este momento, cuando aún no se han oficializado las candidaturas presidenciales, los precandidatos no pueden ser sancionados por entregar dádivas, ya que la ley solo se aplica a los candidatos oficiales. No obstante, advierten que estas prácticas "no contribuyen a la democracia" y que los aspirantes deberían "competir a través de sus propuestas" y no de la entrega de regalos o dádivas.
