El proyecto del Viaducto Las Américas, impulsado por la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) a través de la Empresa Municipal de Apoyo a Proyectos Estratégicos S.A. (Emape), ha generado una fuerte resistencia por parte de los vecinos de la urbanización Balconcillo en el distrito de La Victoria. Aunque la autoridad asegura que se trata de una infraestructura que ayudará a descongestionar el tránsito, los residentes señalan que generará un perjuicio ambiental y no aliviará la congestión vehicular.
El proyecto, cuyo costo asciende a S/51,3 millones según la MML y más de 80 millones según el Sistema de Seguimiento de Inversiones, contempla un viaducto de aproximadamente 2 kilómetros y mejoramientos de las avenidas colindantes. Esta iniciativa, que según Emape está prevista para ejecutarse en este mes de diciembre y culminaría en agosto de 2026, puso en alerta a los residentes, quienes denuncian no haber sido previamente consultados.
René Rodríguez, presidente del Frente de Defensa de Balconcillo, señaló que el viaducto fue presentado cuando Luis Castañeda Lossio era alcalde de Lima y aprobado por Emape en 2018. En 2020, durante la gestión de Jorge Muñoz, el Fondo Metropolitano de Inversiones (Invermet) emitió un análisis crítico del proyecto que concluyó que el Viaducto Las Américas "no tiene sustento que acredite técnicamente la solución indicada" y no resolvería los problemas de congestión vehicular que dice pretender mitigar.
A pesar de estas recomendaciones técnicas, la actual gestión de Rafael López Aliaga y Renzo Reggiardo decidió reactivar el mismo proyecto, ignorando las observaciones anteriores. Los vecinos subrayan que la obra, tal como se ha planteado, no solo es técnicamente insuficiente, sino que además su reactivación posterior no ha sido acompañada de revisiones sustanciales que respondan a las observaciones de 2020.
Además de cuestionar el aspecto técnico, los residentes de Balconcillo también cuestionan la legalidad e impacto del proyecto en el entorno urbano y ambiental. Según Rodríguez, el viaducto pasará por encima de la berma central, lo que implicará la pérdida de 14 metros de áreas verdes y el arbolado de dos cuadras. Asimismo, los vecinos de las cuadras 1 y 2 tendrán el viaducto a menos de 10 metros de sus casas, lo que generará un aumento de la contaminación del aire y sonora.
Los vecinos afirman que el proyecto vulnera el artículo 2, inciso 22 de la Constitución, que establece el derecho al bienestar y a un ambiente equilibrado, así como la Ley 31199, que declara intangibles las áreas verdes y exige consulta previa para cambiar su uso. Además, sostienen que la aprobación sin diálogo con los vecinos directamente afectados contraviene el artículo 11 de la Ley 31313, sobre participación ciudadana.
En resumen, el Viaducto Las Américas enfrenta una fuerte oposición de los vecinos de Balconcillo, quienes cuestionan tanto los aspectos técnicos como legales y ambientales del proyecto, y denuncian la falta de consulta y diálogo con la comunidad directamente afectada. La disputa entre la municipalidad y los residentes se perfila como un desafío importante para la ejecución de esta obra de infraestructura en la capital peruana.












