El ataque a la Escuela de los Mártires de Gaza, ubicada en el barrio de Al-Tuffah, es una grave violación del derecho internacional humanitario, según el organismo que denunció el hecho. El bombardeo ocurrió cuando se celebraba una boda en el interior de la instalación, dejando numerosos heridos.
El comunicado señala que atacar planteles educativos y centros que albergan a civiles desplazados es inaceptable, y llama a la comunidad internacional y a las Naciones Unidas a asumir su responsabilidad de proteger a la población de Gaza.
Según fuentes palestinas, desde la entrada en vigor de la tregua en Gaza el 10 de octubre, Israel ha matado a unas 400 personas e herido a más de mil en el enclave costero.
Tras el escándalo, el Ejército israelí lamentó el incidente y prometió una investigación oficial. Sin embargo, este sábado las Fuerzas Armadas de ese país continuaron sus operaciones en Gaza, pese a los llamados mundiales a respetar el alto el fuego.
Paralelamente, las tropas israelíes también llevaron a cabo nuevas redadas y arrestos en varias localidades de la ocupada Cisjordania, incluyendo las aldeas de Al-Mughayir, Qarawat Bani Zeid y Al-Zawiya, así como el campamento de refugiados de Jalazone.
El ataque a la escuela de refugiados en Gaza es el último episodio de una escalada de violencia que ha dejado un saldo trágico de vidas civiles perdidas. La comunidad internacional debe exigir el respeto al derecho internacional y la protección de la población palestina, especialmente de los más vulnerables. Urge una solución política que ponga fin a décadas de ocupación y conflicto.










