La escalada de tensión entre Estados Unidos y Venezuela sigue aumentando. Luego de que el pasado sábado 20 de diciembre la Guardia Costera de Estados Unidos interceptara y secuestrara un buque petrolero frente a las costas venezolanas, ahora se reporta que ocurrió un nuevo incidente similar.
Según informaron tres funcionarios estadounidenses a la agencia Reuters, este sábado 27 de diciembre, Estados Unidos volvió a interceptar y secuestrar un buque petrolero en aguas internacionales frente a la costa de Venezuela. Esta es la segunda vez en menos de dos semanas que Washington toma esta acción, en medio de un importante despliegue militar estadounidense en la región del Caribe.
La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, confirmó a través de Twitter la incautación del primer buque, señalando que formaba parte de los esfuerzos para perseguir el "tráfico ilícito de petróleo sancionado que se utiliza para financiar el narcoterrorismo en la región".
Por su parte, el gobierno venezolano, a través de la vicepresidenta Delcy Rodríguez, había informado el pasado 20 de diciembre que el país había alcanzado la meta de producción de 1.200.000 barriles de petróleo prevista para este año, pese al "acoso" y "hostilidades" que atribuyó a la presión militar de Estados Unidos en el mar Caribe.
En medio de esta escalada, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, advirtió desde la cumbre del Mercosur que una "intervención armada" en Venezuela "sería una catástrofe humanitaria" para el continente sudamericano. Por el contrario, el presidente argentino Javier Milei respaldó "la presión de Estados Unidos y Donald Trump para liberar al pueblo venezolano".
La crisis política, económica y humanitaria que atraviesa Venezuela se ha convertido en un foco de tensión regional, con Estados Unidos intensificando sus acciones de presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro. Mientras tanto, el régimen chavista continúa denunciando un "complot" de Washington para derrocarlo y apropiarse de los recursos petroleros del país.
Los expertos advierten que esta confrontación podría derivar en un conflicto militar de graves consecuencias humanitarias para la población venezolana. La comunidad internacional sigue de cerca los movimientos de ambas partes, en un intento por evitar que la situación se descontrole aún más.












