El viernes por la noche, al menos tres personas murieron y otras 11 resultaron heridas tras una serie de ataques registrados en el metro de Taipéi, la capital de Taiwán. Según las autoridades, el ataque fue perpetrado por un hombre de 27 años que detonó bombas de humo y luego inició una agresión con arma blanca contra los pasajeros.
El sospechoso, quien era buscado por evadir el servicio militar obligatorio, murió posteriormente en lo que aparenta ser un suicidio. Si bien el hecho fue calificado como un "acto deliberado", las autoridades señalaron que el motivo del ataque no estaba claro de manera inmediata.
Durante la jornada del sábado, el presidente de Taiwán, Lai Ching-te, visitó a las víctimas en los hospitales y comprometió una "investigación completa y exhaustiva". Una de las personas fallecidas murió al intentar detener al agresor en la estación principal del metro.
Testigos relataron escenas de confusión y temor. "Al principio pensé que era un simulacro, pero luego vi a una persona con un cuchillo y lanzando granadas de humo", afirmó uno de ellos.
Los delitos violentos son poco frecuentes en Taiwán, aunque el país aún recuerda un ataque ocurrido en 2014, cuando un hombre apuñaló a varios pasajeros en el metro de Taipéi, dejando cuatro personas muertas. El autor de ese crimen fue ejecutado en 2016.
Este nuevo y trágico incidente en el sistema de transporte público de la capital taiwanesa ha conmocionado a la población y ha puesto en alerta a las autoridades, quienes se encuentran investigando a fondo los motivos detrás de este violento ataque.
