El cardiólogo Carlos Caorsi, esposo de la comunicadora Rosario Bravo, ha vuelto a ser noticia después de que se viralizara su notorio cambio facial. Esta vez, el foco no estuvo en el "antes y después", sino en el costo estimado del procedimiento estético que habría motivado el rejuvenecimiento que sorprendió a las redes sociales.
Según un comentario emitido en el programa "¡Hay que decirlo!" de Canal 13, el panelista Nelson Beltrán, conocido como El Colombiano, señaló que la intervención estética a la que se habría sometido Caorsi superaría los 20 millones de pesos chilenos. Beltrán describió el procedimiento como uno que implicaría retirar exceso de piel mediante una incisión y realizar un anclaje posterior, en lo que se conoce popularmente como un lifting facial.
La estimación presentada por Beltrán fue calificada como "agresiva", ya que, a su juicio, el cambio fue muy marcado en relación con la edad previa que aparentaba el cardiólogo. Sin embargo, hasta el momento, no existe confirmación oficial del costo por parte de Carlos Caorsi, Rosario Bravo, el médico mencionado en redes ni la clínica donde se habría realizado el procedimiento. La cifra difundida corresponde exclusivamente a una estimación televisiva, recogida posteriormente por distintos medios de espectáculos.
Lo que sí ha sido confirmado públicamente es el respaldo de Rosario Bravo al proceso. En declaraciones previas y publicaciones en Instagram, la comunicadora señaló que su esposo tiene 63 años, que no es la primera vez que se realiza un procedimiento estético y que ella lo apoya, remarcando que se trata de una decisión personal. Además, Bravo ha mencionado el uso de cámara hiperbárica como parte de la etapa posterior, lo que fue interpretado como un proceso de recuperación, sin entregar detalles médicos específicos.
El caso de Carlos Caorsi ha generado un intenso debate en las redes sociales y los medios de comunicación, con opiniones divididas sobre la decisión del cardiólogo de someterse a una intervención estética de alto costo. Mientras algunos cuestionan el gasto y la "agresividad" del procedimiento, otros han expresado su apoyo a la decisión personal del profesional de la salud.










