El líder del clan familiar conocido como Los Albín, Fernández Albín, ha sido acusado por delitos como organización de actividades del narcotráfico, contrabando y lavado de activos. Según las autoridades, Albín deberá cumplir 120 días de prisión preventiva mientras la Fiscalía continúa investigando la causa.
El caso se relaciona con la incautación de dos mil kilogramos de cocaína en agosto pasado en las afueras de la capital. Este cargamento está vinculado al prófugo narcotraficante uruguayo Sebastián Marset, requerido por la justicia de varios países. Las autoridades consideran que el clan familiar de Los Albín está involucrado en el tráfico de drogas enviadas por el grupo delictivo que encabeza Marset.
Además, Fernández Albín también se le relaciona con ataques a la sede del Instituto Nacional de Rehabilitación y la casa de la fiscal de Corte, Mónica Ferrero, así como con hechos de violencia entre bandas que se disputan el mercado de los estupefacientes en la región.
La detención de Albín y el desmantelamiento del clan familiar de Los Albín representan un duro golpe para las actividades de narcotráfico y lavado de dinero que han afectado a la seguridad y el Estado de Derecho en el país. Las autoridades han intensificado los esfuerzos para desarticular estas estructuras criminales y llevar a los responsables ante la justicia.
El caso pone de manifiesto la necesidad de fortalecer las estrategias de lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico, así como de mejorar la coordinación entre las diferentes agencias de seguridad y justicia para hacer frente a esta amenaza que afecta a la sociedad en su conjunto.












