Santa Cruz amaneció con una marcada ausencia de transporte público, obligando a miles de ciudadanos a reorganizarse desde las primeras horas del día para llegar a sus fuentes laborales, centros de estudio y otros destinos. Ante la falta de micros, muchas personas optaron por caminar largas distancias, hacer trameajes o agruparse entre desconocidos para compartir taxis, minibuses y vehículos particulares.
En el tercer anillo externo se observó un movimiento constante de taxis, minibuses y autos privados que ofrecían traslado hacia distintos puntos de la ciudad. La tarifa más frecuente fue de Bs 5 por persona, lo que llevó a que los usuarios se organizaran en grupos de cuatro para cubrir trayectos del tercer al primer anillo, pagando hasta Bs 20 por carrera. Escenas similares se repetían en otros sectores, entre consultas de precios, regateos y vehículos repletos, mientras los pasajeros buscaban la alternativa más accesible para avanzar algunos tramos.
La molestia ciudadana fue evidente. Un vecino que realizaba trameaje expresó su descontento: "Nos hemos agrupado para llegar desde el Cambódromo hasta el tercer anillo y así pagar cinco bolivianos por persona, y luego tomar otro hasta la Ramada. A los que están bloqueando les digo que no perjudiquen al pueblo, al más humilde, al que vive del día a día, que es el que está sufriendo", manifestó.
Los destinos con mayor demanda fueron Los Pozos y la Ramada, donde también se registraron cobros de Bs 5. En contraste, algunos minibuses y camiones adaptados ofrecían pasajes desde Bs 3 por persona. Cerca del mediodía, en inmediaciones del primer anillo de la Ramada, se observó la llegada de pequeños camiones con carteles improvisados que anunciaban rutas hacia el Plan 3.000, transportando pasajeros sentados en la parte trasera.
Uno de estos vehículos, conocido como El Chapulín, cubría rutas como Mercado Nuevo, San Aurelio y Pocitos. Su propietaria, Lorena Arana, relató que trabaja desde las seis de la mañana junto a dos de sus hijas, en un camión adaptado con bancos y un toldo para proteger a los pasajeros del sol y la lluvia. "Estoy trabajando desde Jardín del Sur hasta la Ramada, cobro cinco bolivianos y hasta el Plan 3.000 a Bs 2,50. Soy recicladora y he salido para ayudar y hacer unos quintos para la Navidad de mis hijos", explicó. Aunque no se opone a los ajustes tarifarios, cuestionó la forma en que se están aplicando. "Todo va a subir, ya estaba caro y con el retiro de la subvención nos vamos a las nubes. Para los que vivimos del día a día, esto nos golpea al tope", afirmó, señalando que transporta hasta 12 personas por tramo.
En paralelo, en la terminal Bimodal se registraron largas esperas. Varias familias y pasajeros aguardaban más de ocho horas por la salida de buses interdepartamentales, en algunos casos debido a la falta de pasajes disponibles. Frente a este escenario, algunos optaron por el trameaje entre ciudades, realizando escalas intermedias para llegar a su destino final. "Voy a La Paz. Llegué a las ocho de la mañana y mi salida es a las cuatro de la tarde. El pasaje está en 500 bolivianos, se excede de mi presupuesto", comentó un viajero, preocupado además por posibles bloqueos en ruta.
Aunque la jornada transcurrió sin transporte público regular, el tráfico vehicular fue intenso. La ciudad registró alta congestión, con una fuerte presencia de automóviles particulares, minibuses, camiones pequeños y motocicletas, evidenciando que, pese a la escasez de micros, la circulación aumentó y el desplazamiento urbano se volvió más complejo para la población.
Ante esta situación, los choferes de Bolivia han anunciado un paro indefinido a partir del próximo lunes, lo que podría agravar aún más el caos en el transporte público de Santa Cruz y otras ciudades del país. Mientras tanto, el Gobierno ha convocado a reuniones con el sector transporte para este viernes y el lunes, en un intento por encontrar una solución a la crisis.
