El gobierno de los Estados Unidos realizó la noche de este jueves 18 de diciembre dos nuevos "ataques cinéticos letales" contra una presunta embarcación que traficaba drogas por el Pacífico Oriental.
El Comando Sur (Southcom) identificó a cinco hombres "narcoterroristas" que fueron abatidos: tres en la primera embarcación y dos en la segunda. Durante los dos operativos, la inteligencia estadounidense afianzó que "ninguna fuerza militar estadounidense resultó afectada".
Resaltó que los dos ataques se efectuaron porque estas lanchas estaban "operadas por organizaciones terroristas designadas en aguas internacionales". "La inteligencia confirmó que las embarcaciones transitaban por rutas conocidas de narcotráfico y estaban involucradas en operaciones de narcotráfico", agregó en un comunicado.
La operación se realizó bajo la dirección de Pete Hegseth, secretario de Guerra, y en el marco de la Fuerza de Tarea Conjunta Lanza del Sur. Desde que se intensificaron los operativos en el Pacífico y el Caribe, la ofensiva estadounidense ejecutó un total de 28 ataques letales que resultaron en la destrucción de 29 embarcaciones y un saldo de al menos 104 personas fallecidas.
Este nuevo ataque se enmarca en la estrategia de la administración Biden de intensificar la lucha contra el narcotráfico en la región, especialmente en las rutas marítimas del Pacífico y el Caribe. Según el gobierno, estas acciones buscan desmantelar las redes de tráfico de drogas que operan en aguas internacionales y afectan la seguridad de Estados Unidos y sus aliados.
Los ataques letales han generado controversia a nivel internacional, con críticas de organizaciones de derechos humanos que cuestionan la legalidad y proporcionalidad de estos operativos. Sin embargo, el Pentágono defiende que se trata de acciones necesarias para combatir el narcotráfico y el terrorismo.
Expertos en seguridad señalan que, si bien estos ataques pueden tener un impacto a corto plazo, el fenómeno del narcotráfico es complejo y requiere de una estrategia integral que aborde las causas de fondo, como la pobreza, la corrupción y el debilitamiento de las instituciones en los países de la región.











