El Gobierno israelí anunció la construcción de una nueva ciudad en Cisjordania, una medida que ha sido calificada como "extremadamente peligrosa" y una "flagrante violación del derecho internacional" por parte de las autoridades palestinas.
La iniciativa, impulsada por el ministro de Finanzas Bezalel Smotrich, no se trata de una simple medida de desarrollo urbano, sino más bien de una "herramienta política coercitiva" destinada a "rediseñar la geografía palestina e imponer realidades irreversibles", según denunció Rouhi Fattouh, presidente del Consejo Nacional Palestino.
Fattouh alertó que esta nueva ciudad forma parte de una "limpieza étnica" mediante el desplazamiento forzado de los palestinos y un intento de "borrar su identidad nacional" en ese territorio. El proyecto también busca "cambiar la realidad demográfica de Cisjordania", lo cual viola el derecho internacional y los principios más básicos de justicia y humanidad, recalcó.
Según el dirigente palestino, el objetivo final es "impedir el establecimiento de un Estado palestino independiente, soberano y viable". Asimismo, criticó el "silencio internacional" ante estas acciones israelíes y llamó al mundo a adoptar "medidas urgentes".
Por su parte, Mu'ayyad Sha'ban, jefe de la Comisión de Resistencia al Muro y a los Asentamientos, consideró que esta medida representa una "peligrosa expansión de las colonias".
Al anunciar la construcción, Smotrich, conocido por sus posturas antiárabes y expansionistas, reconoció que "el nuevo asentamiento al este de Jerusalén pone fin al establecimiento de un Estado palestino viable y separa el sur de Cisjordania de su centro".
La nueva ciudad proporcionará "decenas de miles de unidades de vivienda" y contribuirá a "fortalecer el anillo oriental de Jerusalén", expresó el ministro israelí.
Cabe destacar que en la actualidad hay más de 750.000 colonos judíos viviendo en la Ribera Occidental, incluida Jerusalén Este, distribuidos en unos 180 asentamientos y 256 puestos de avanzada, según datos oficiales. La comunidad internacional rechaza esta política expansionista y considera a ese territorio como parte del futuro Estado palestino.











