El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha emitido una orden ejecutiva que suspende temporalmente la emisión de green cards, o tarjetas de residencia permanente, para ciudadanos de países con bajos niveles de migración hacia Estados Unidos.
La medida, que entrará en vigor de inmediato, tiene como objetivo reducir aún más la inmigración legal al país durante la crisis económica generada por la pandemia de COVID-19. Según Trump, esta decisión busca "proteger los empleos de los trabajadores estadounidenses" en un momento de alto desempleo.
La suspensión afectará principalmente a solicitantes de green cards que se encuentran fuera de Estados Unidos, ya que aquellos que ya residen en el país no se verán impactados. Tampoco se aplicará a trabajadores altamente calificados en áreas como ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), ni a cónyuges e hijos menores de ciudadanos estadounidenses.
"Debemos asegurarnos de que los empleos en nuestra gran nación estén reservados para los trabajadores estadounidenses", justificó Trump al anunciar la medida. Según la Casa Blanca, la suspensión de green cards ayudará a proteger alrededor de 525.000 puestos de trabajo.
Sin embargo, la decisión ha sido criticada por organizaciones de derechos de inmigrantes, que la consideran una medida xenófoba y perjudicial para la economía estadounidense, que depende en gran medida de la mano de obra inmigrante. Además, advierten que podría separar a familias y afectar a solicitantes de asilo.
"Esta orden ejecutiva es un ataque frontal a las familias inmigrantes y a nuestra economía en un momento en que necesitamos más que nunca la contribución de los inmigrantes", afirmó Marielena Hincapié, directora ejecutiva del National Immigration Law Center.
Por su parte, el gobierno de Trump asegura que la suspensión es temporal y que se revisará su vigencia en 60 días, en función de la evolución de la crisis económica y el mercado laboral.
