El cambio climático está impactando al Perú de forma acelerada, generando variaciones más intensas e impredecibles en temperatura y lluvias. Entre los efectos más visibles están el retroceso de glaciares andinos, el aumento de olas de calor en la costa y eventos extremos como huaicos, inundaciones o sequías prolongadas. Estos cambios afectan directamente a la agricultura, la pesca y el abastecimiento de agua en diferentes regiones del país.
A nivel social y ambiental, el Perú enfrenta retos importantes como la pérdida de ecosistemas frágiles, alteraciones en la biodiversidad y un mayor riesgo ante desastres naturales. Por ello, el monitoreo climático y la adaptación son esenciales para proteger a las comunidades y garantizar un desarrollo sostenible. Instituciones como el SENAMHI y el MINAM trabajan constantemente para evaluar estos impactos y proponer estrategias de prevención.
El retroceso de los glaciares andinos es uno de los efectos más visibles del cambio climático en Perú. Según datos del MINAM, desde 1970 se ha perdido el 42% de la superficie glaciar del país. Esto tiene graves consecuencias para el abastecimiento de agua, ya que los glaciares son una importante fuente hídrica, especialmente durante la época de estiaje.
Las olas de calor también han aumentado en frecuencia e intensidad, especialmente en la costa peruana. En 2022, se registraron temperaturas récord de hasta 37 C en ciudades como Piura y Tumbes, muy por encima de los promedios históricos. Esto ha generado estrés hídrico, afectando a la agricultura y la disponibilidad de agua para consumo humano.
Asimismo, los eventos climáticos extremos se han vuelto más recurrentes. En 2023, se han registrado varios huaicos e inundaciones que han causado daños a la infraestructura y desplazado a miles de personas, especialmente en la sierra y selva del país. Expertos advierten que estas amenazas se intensificarán en los próximos años debido al calentamiento global.
Para hacer frente a estos desafíos, el gobierno peruano ha implementado diversas estrategias de adaptación al cambio climático. Esto incluye la modernización de los sistemas de monitoreo climático, la promoción de prácticas agrícolas sostenibles, la protección de ecosistemas clave y el fortalecimiento de la capacidad de respuesta ante emergencias.
Sin embargo, los expertos coinciden en que se requieren mayores esfuerzos y una acción coordinada entre el Estado, la sociedad civil y el sector privado para garantizar la resiliencia de las comunidades más vulnerables ante los impactos del cambio climático en Perú.












