El Banco de Japón (BoJ) ha decidido subir los tipos de interés de referencia a corto plazo hasta el 0,75%, el nivel más alto en tres décadas en el país asiático. Esta es la primera vez que el BoJ aumenta las tasas desde enero pasado, cuando las fijó en el 0,5%.
La decisión se produce en un contexto de crecimiento de la inflación en Japón, que alcanzó un 3% en noviembre, igual que el mes anterior. El BoJ espera que el índice de precios de consumo (IPC) se sitúe gradualmente en su meta del 2%.
Según el comunicado del banco central, la subida de tipos responde a la reducción de la incertidumbre en torno a los aranceles estadounidenses y a las señales de aumento salarial "de forma constante" el próximo año. No obstante, el BoJ señaló que las tasas de interés reales se mantendrán "significativamente negativas" y que las condiciones financieras acomodaticias seguirán impulsando la actividad económica.
El BoJ dejó además la puerta abierta a futuras subidas de la tasa de interés de referencia "en función de la mejora de la actividad económica y los precios". Tras décadas de deflación, el ciclo de crecimiento pesa sobre los hogares japoneses, por lo que tanto el banco central como el Gobierno han prometido atajar la inflación.
En paralelo, el rendimiento del bono de deuda japonesa a diez años tocó este viernes el 2%, su nivel más alto en casi veinte años, el mismo día en que el BoJ subió los tipos de interés. Además, el principal índice de la Bolsa de Tokio, el Nikkei, subió más de un 1% tras el anuncio.
Analistas advierten, no obstante, que un alza de tipos en Japón podría afectar al llamado 'carry trade', el endeudamiento en yenes de numerosos inversores para comprar activos más rentables denominados en otras divisas.
