Tóquio, Jap o - Em una decisión histórica, el Banco de Japón (BOJ) anunció el aumento de las tasas de interés a su nivel más alto en más de tres décadas, en un intento por contener la inflación que golpea a la tercera economía mundial.
Tras mantener una política monetaria ultralaxa durante años, el banco central japonés rompió finalmente con su estrategia de estímulos al elevar la tasa de referencia a 0,5%, la más alta desde 2008. Esta es la primera vez que el BOJ sube las tasas desde 2018.
La decisión, adoptada por una estrecha mayoría de 5 votos a favor y 4 en contra en la reunión de política monetaria, refleja la creciente preocupación de las autoridades niponas por el alza de los precios al consumidor, que alcanzó en noviembre su nivel más alto en 40 años.
"La economía de Japón se está recuperando, pero persisten los riesgos, como el aumento de la inflación", declaró el gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, en conferencia de prensa. "Por lo tanto, hemos decidido ajustar gradualmente la política monetaria para mantener la estabilidad de los precios a medio y largo plazo", agregó.
La suba de tasas, que entrará en vigor el próximo 24 de enero, se produce en un contexto global de endurecimiento de la política monetaria por parte de los principales bancos centrales, incluida la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo, para hacer frente a la inflación.
Japón, que ha luchado durante años contra la deflación, se ha visto obligado a cambiar de rumbo ante el alza de los precios de los alimentos y la energía, impulsada en parte por los efectos de la guerra en Ucrania.
La inflación en Japón se situó en noviembre en el 3,8%, muy por encima del objetivo del 2% fijado por el BOJ. El banco central revisó al alza sus pronósticos de inflación para el actual ejercicio fiscal, que termina en marzo, al 3,0% desde el 2,9% previsto anteriormente.
Pese a la subida de tasas, el BOJ mantendrá su política de control de la curva de rendimientos, que le permite intervenir en el mercado de bonos para mantener los tipos a largo plazo en torno al 0%. Esta medida, sin embargo, ha debilitado al yen, que se ha depreciado un 14% frente al dólar en 2022.
Los analistas esperan que el BOJ continúe ajustando gradualmente su política monetaria en los próximos meses, a medida que la inflación se mantenga por encima de su objetivo. No obstante, advierten que el banco central nipón se enfrenta a un delicado equilibrio entre contener los precios y evitar dañar la frágil recuperación económica del país.
