La reciente ceremonia de traspaso de mando de las Fuerzas Armadas de Honduras generó polémica al constatarse la presencia de las hijas del expresidente Juan Orlando Hernández (JOH), quien dejó el poder en enero de este año. Ambas mujeres ocuparon lugares destacados entre los invitados especiales, detrás de las principales autoridades gubernamentales y de los tres poderes del Estado.
La situación ha desatado cuestionamientos sobre el papel que juegan los familiares del exmandatario en la nueva administración liderada por Xiomara Castro. Algunos sectores consideran inapropiada la participación de las hijas de JOH en un evento oficial de tanta relevancia, argumentando que podría interpretarse como un intento de mantener influencia política a través de sus vínculos.
Según fuentes oficiales, las hijas de Hernández fueron invitadas al evento en su calidad de "invitados especiales", sin que se haya dado una explicación detallada sobre los motivos de su presencia. Esto ha generado cuestionamientos sobre si se trata de un gesto de buena voluntad hacia el exgobierno o si responde a otros intereses políticos.
La polémica se enmarca en un contexto de transición política en Honduras, donde el nuevo gobierno de Xiomara Castro ha prometido romper con las prácticas del pasado y luchar contra la corrupción. La presencia de las hijas de JOH en un acto tan simbólico como el relevo de mando de las Fuerzas Armadas ha sido vista por algunos como un posible obstáculo en ese proceso de cambio.
Analistas políticos señalan que este episodio pone de manifiesto la necesidad de establecer claros protocolos y límites en cuanto a la participación de familiares de exmandatarios en eventos oficiales, con el fin de evitar la percepción de continuidad o influencia indebida en las nuevas administraciones.
