El triunfo del derechista José Antonio Kast en las elecciones presidenciales de Chile ha puesto a pensar a la izquierda latinoamericana, generando fuertes reacciones e incluso insultos por parte de algunos personajes. Este resultado se suma a otros reveses importantes para la izquierda en la región, como la derrota de Evo Morales en Bolivia, el fracaso del gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela y los cuestionados gobiernos de Gustavo Petro en Colombia y Andrés Manuel López Obrador en México.
Estos acontecimientos ponen en entredicho la "tesis fundamental" del socialismo del siglo XXI, que prometía traer la felicidad, la justicia y la paz a través de líderes carismáticos. Sin embargo, la realidad ha demostrado que la gente también vota por la derecha, que la literatura y las artes no son propiedad exclusiva de la izquierda, y que la democracia liberal puede consolidar tanto a iconos de izquierda como a figuras de derecha.
Los reveses sufridos por la izquierda latinoamericana son parte de la historia y deben ser vistos como lecciones para todos los actores políticos, independientemente de su ideología. Tanto revolucionarios como ideólogos, tanto de izquierda como de derecha, deben aprender que los dogmas pueden ser barridos del escenario político y cultural cuando los hechos y las percepciones de la gente los ponen en entredicho.
Para el nuevo presidente de Chile, José Antonio Kast, el desafío será demostrar que la libertad es un ingrediente de la justicia, que la democracia es mucho más que una elección, y que su gobierno será ejemplar, honorable y respetuoso. Esto podría marcar un cambio de rumbo en la región, alejándose del "socialismo del siglo XXI" y acercándose a modelos más cercanos a la democracia liberal.












