El peso mexicano inició la jornada de este jueves 18 de diciembre de 2025 con presión a la baja, luego de una sesión previa marcada por ajustes de posiciones y cautela ante la inminente decisión de política monetaria del Banco de México (Banxico).
La moneda cerró el miércoles con una depreciación de 0.23%, cotizando cerca de 17.99 unidades por dólar, rompiendo así una racha de seis jornadas consecutivas de ganancias que la habían llevado a máximos no vistos desde julio.
Este movimiento no respondió a un deterioro interno inmediato, sino a una combinación de expectativas sobre la política monetaria local y señales externas provenientes de la Reserva Federal de Estados Unidos.
El mercado llega a la jornada con una pregunta central: qué tan profundo será el próximo recorte de la tasa de interés de Banxico y cómo se alineará con el ciclo global de flexibilización.
La principal razón del retroceso fue un ajuste técnico de posiciones. Muchos inversionistas decidieron tomar utilidades tras varios días de apreciación continua del peso mexicano frente al dólar. Cuando un activo acumula ganancias rápidas, es común que el mercado pause, no por pánico, sino para reducir exposición antes de un evento clave, en este caso, la decisión de política monetaria de Banxico.
El consenso del mercado anticipa un nuevo recorte a la tasa de interés, lo que reduce el atractivo del peso para estrategias de carry trade, donde los inversionistas buscan rendimientos altos en monedas emergentes. Aunque el ajuste ya estaba descontado en parte, el simple hecho de acercarse al anuncio eleva la cautela y disminuye la toma de riesgo en el corto plazo.
Si Banxico confirma el recorte esperado y mantiene un tono prudente, el impacto podría ser limitado, ya que gran parte está descontada por el mercado. Sin embargo, un mensaje más dovish, es decir, que anticipe más recortes agresivos, podría generar una nueva presión bajista sobre el peso mexicano. Por el contrario, si el banco central enfatiza riesgos inflacionarios o cautela futura, el tipo de cambio podría estabilizarse o incluso recuperar terreno.
El comportamiento posterior dependerá también de datos económicos y de nuevas señales de la Reserva Federal en los próximos días.
El movimiento del peso mexicano también estuvo alineado con un fortalecimiento generalizado del dólar a nivel global durante la sesión del miércoles. Este avance del billete verde ocurrió tras comentarios de funcionarios de la Reserva Federal, que influyeron en las expectativas sobre el rumbo de las tasas en Estados Unidos.
Christopher Waller, gobernador del banco central estadounidense, señaló que aún existe margen para recortar las tasas debido a la preocupación por un posible debilitamiento del mercado laboral. Estas declaraciones generaron volatilidad. Aunque hablar de recortes suele debilitar al dólar, en el corto plazo los mercados reaccionaron ajustando posiciones ante la incertidumbre del calendario y la magnitud de los movimientos.
Para monedas emergentes como el peso mexicano, cualquier cambio en la narrativa de la Fed tiene impacto directo, incluso antes de materializarse en decisiones concretas.












