La combinación de una fuerte caída del poder adquisitivo, el aumento de los costos de producción y la apertura de las importaciones puso en jaque a miles de familias que producen frutas, verduras y flores en Berazategui, Florencio Varela y La Plata. Desde el sector advierten que atraviesan una de las crisis más profundas de las últimas décadas.
Ante este escenario, organizaciones de productores se movilizaron el 9 de diciembre para reclamar medidas urgentes para sostener la producción de alimentos frescos, proteger el trabajo local y garantizar el acceso a la tierra.
Luis Pérez, referente de la Asociación Hortícola 1610, una agrupación integrada por 14 familias que trabajan en el barrio La Capilla, en Florencio Varela, y de la que dependen de manera directa alrededor de 60 personas, explica que la crisis actual no solo se expresa en números, sino en un cambio profundo en los hábitos de consumo. "Hoy la gente se priva de elegir qué comer porque no hay dinero en la calle. Se compra lo más barato, no importa la calidad, y eso nos golpea de lleno", señala.
En las quintas de la 1610 se producen más de 15 variedades de hortalizas que se comercializan principalmente en la Ciudad de Buenos Aires en zonas como Agronomía y Caballito, además de ferias municipales y pequeñas comercializadoras. Sin embargo, Pérez indica que muchos puntos de venta se achicaron y que la venta mediante bolsones o ferias barriales ya no alcanza para sostener la actividad. "La producción queda en el campo porque no hay demanda y los intermediarios no la quieren llevar", resume.
Para los pequeños productores, el acceso a la tierra es la clave de la crisis. "Lo primordial para el productor hortícola es la tenencia del suelo. No somos dueños de los campos y eso nos limita en todo sentido. Qué plantar, cuánto invertir y si podemos esperar una cosecha que tarda años", plantea Pérez. Los contratos cortos, los alquileres elevados y las cláusulas restrictivas impiden planificar a largo plazo y obligan a muchos a abandonar la actividad.
A este problema se suma el aumento constante de los costos como electricidad e insumos dolarizados y la falta de controles sobre la calidad de los productos importados. "Se desmantelaron organismos como el INTA y se perdieron controles. Entra mercadería de afuera y competir así es imposible", advierte Pérez. Según el referente, el productor es el único que no puede cambiar de trabajo: "No sabemos hacer otra cosa que producir alimentos, pero nos ponen las cosas cada vez más cuesta arriba".
Para poder solucionar estas trabas, los productores buscan obtener las primeras mil hectáreas dentro del cordón platense para evitar los negociados inmobiliarios; subsidio a la producción, ya sea de manera directa o mediante compensaciones sobre insumos esenciales como gasoil o electricidad; la compra estatal directa de su producción; una nueva ley de arrendamientos, que proteja a los pequeños productores; la regularización del servicio eléctrico en el Parque Pereyra; y una ley provincial y nacional de protección de los cordones flori-frutihortícolas, para resguardar al sector que produce alimentos frescos para potenciales millones de consumidores.
Albina Vides, presidenta de ASOMA, confirma el retroceso del sector. Hace algunos años, más de 6000 familias vivían del cordón flori-frutihortícola. Sin embargo, cada vez son menos. "La temporada pasada muchos dejaron de producir por los costos y la baja del consumo", señala. Aunque reconoce algunas respuestas del gobierno provincial, sostiene que desde Nación no hubo diálogo y sí medidas que profundizan la crisis, como la libre importación de productos que se cultivan localmente y el avance en la concentración y extranjerización de la tierra.
Actualmente, la producción de tomate, morrón, zapallito, berenjena, pepino y hortalizas de hoja se destina casi en su totalidad al mercado interno, con ventas en el Mercado Central, el Mercado Regional de La Plata y otros mercados. Sin embargo, Vides señala que la caída del consumo es abrupta: "Antes la baja se notaba a fin de mes; ahora, a los 15 días ya se paralizan las ventas".











