Estados Unidos realizó este lunes tres ataques contra tres embarcaciones supuestamente operadas por narcotraficantes en el Pacífico Oriental, cerca de Colombia, en el marco del operativo Lanza del Sur. Durante los ataques fueron ultimados ocho tripulantes, de acuerdo con una publicación del Comando Sur en su cuenta de X donde adjuntaron el video del operativo ordenado por el secretario de Guerra Pete Hegseth.
La inteligencia militar confirmó que las embarcaciones se desplazaban por rutas conocidas de narcotráfico y participaban activamente en el transporte de drogas y armamento. Según la oficina de la Fuerza de Tarea, esta operación forma parte de la operación Lanza del Sur, cuyo objetivo estratégico es interrumpir el flujo de narcóticos y neutralizar amenazas terroristas que utilizan rutas marítimas para sus actividades ilícitas.
El nuevo ataque se da bajo un contexto en el que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha asegurado en repetidas ocasiones que iniciará operativos en tierra en Venezuela justificado en erradicar las operaciones de narcotráfico. La semana pasada, Trump aseguró que el presidente colombiano, Gustavo Petro, era el "siguiente", en referencia a la estrategia de presión que realiza contra el venezolano Nicolás Maduro.
Este no es el primer operativo de este tipo llevado a cabo por Estados Unidos en la región. El despliegue militar de Estados Unidos en aguas internacionales ha dejado más de 26 embarcaciones destruidas y unos 90 asesinados, según datos oficiales. Estas acciones se enmarcan en la lucha global contra el narcotráfico que lidera Washington, y que ha generado controversia y cuestionamientos sobre los métodos empleados.
Analistas señalan que, si bien el objetivo de interrumpir el flujo de drogas es legítimo, los ataques en alta mar sin un debido proceso legal plantean interrogantes sobre el respeto al derecho internacional y los derechos humanos. Algunos países de la región han expresado preocupación por el unilateralismo de estas operaciones y han pedido mayor coordinación y transparencia.
El Comando Sur de Estados Unidos ha justificado estos ataques afirmando que las embarcaciones interceptadas estaban vinculadas a organizaciones terroristas designadas y participaban activamente en el tráfico de narcóticos y armas. Sin embargo, organismos de derechos humanos han cuestionado la falta de información detallada sobre los operativos y la identidad de las víctimas.
La lucha contra el narcotráfico en la región sigue siendo un desafío complejo que requiere de una estrategia integral y la cooperación de todos los países involucrados. Estos nuevos ataques en el Pacífico Oriental evidencian la determinación de Estados Unidos de mantener su liderazgo en esta cruzada, pero también levantan preguntas sobre los límites y la transparencia de sus acciones militares extraterritoriales.
