El Gobierno británico ha convocado al embajador de China en el país, Zheng Zeguang, para protestar enérgicamente por la condena por sedición al magnate de la prensa y activista hongkonés Jimmy Lai.
La ministra de Exteriores, Yvette Cooper, lamentó que las autoridades de China y Hong Kong hayan "perseguido" a Lai, quien es ciudadano británico, "por ejercer pacíficamente su derecho a la libertad de opinión". Cooper calificó el juicio como un proceso "con motivaciones políticas" que el Reino Unido "condena enérgicamente".
En ese sentido, el Gobierno británico ha instado a Pekín a poner en libertad "de forma inmediata" a Lai y ha afirmado que China "representa una amenaza para la seguridad nacional de Reino Unido", según un comunicado.
Jimmy Lai, de 78 años, se ha convertido en uno de los principales símbolos de la persecución contra la oposición política en Hong Kong, donde aún resuenan las masivas protestas de 2019 contra el Gobierno de Carrie Lam. Estas movilizaciones fueron las más importantes desde que el Reino Unido cedió la soberanía del territorio a China en 1997.
La condena a Lai se produjo el lunes pasado, cuando un tribunal de Hong Kong lo halló culpable de cometer un delito de sedición en el marco de la polémica ley de seguridad nacional impuesta por Pekín. Esta normativa ha sido ampliamente criticada por organizaciones de derechos humanos y gobiernos occidentales, que la consideran un ataque a las libertades y la autonomía de la antigua colonia británica.
Lai, uno de los empresarios más influyentes de Hong Kong, ha sido objeto de múltiples procesamientos judiciales desde que estallaron las protestas prodemocracia en 2019. Fue arrestado en repetidas ocasiones y acusado de diversos delitos, incluida la organización de manifestaciones no autorizadas.
La decisión de condenar a Lai por sedición se produce en un momento de creciente tensión entre China y Occidente por la situación de los derechos humanos en Hong Kong y Xinjiang. El Gobierno británico ha advertido que China representa una "amenaza" para la seguridad nacional del Reino Unido, lo que podría derivar en un mayor distanciamiento diplomático entre ambos países.









