Los rebeldes del Movimiento 23 de Marzo (M23) han anunciado su retirada unilateral de la ciudad de Uvira, en la República Democrática del Congo (RDC), como una "medida de fomento de la confianza" para apoyar el proceso de paz de Doha.
Según el comunicado del grupo rebelde, la decisión responde a una solicitud de la mediación de Estados Unidos y está condicionada a garantías de seguridad, la desmilitarización de la ciudad, la protección de la población civil y la infraestructura, así como la supervisión del alto el fuego mediante el despliegue de una fuerza neutral.
Los rebeldes del M23 tomaron el control de Uvira, que funcionaba como capital provisional de Kivu Sur, el pasado 10 de diciembre, en medio del rechazo de la comunidad internacional por la violación de los acuerdos de paz. Ahora, aseguran que no permitirán que se aproveche esta circunstancia para recuperar territorio o atacar a poblaciones simpatizantes del grupo.
Además, el M23 anunció que facilitaron el regreso de más de 500 refugiados de Burundi y solicitaron al Gobierno de ese país que permitiera el libre pasaje de los congoleños que voluntariamente quieren regresar a su tierra, luego de huir de la violencia de los días pasados. También declararon que entregarán al Gobierno burundés personal militar capturado en el terreno.
La retirada de Uvira se produce en medio de las fuertes críticas que ha enfrentado Ruanda, aliado de los rebeldes, por las acciones sobre esta ciudad, que se produjeron luego de la firma del Acuerdo de Washington el 4 de diciembre entre los presidentes de Ruanda y la RDC, en presencia del expresidente estadounidense, Donald Trump.
Estados Unidos calificó estas acciones como "un grave error" y una afrenta hacia Trump y la mediación estadounidense, por lo que amenazaron a Kigali con la aplicación de sanciones. La embajadora de Estados Unidos en la RDC, Lucy Tamlyn, aseguró que están "examinando todas las herramientas diplomáticas, sanciones y actividades bilaterales y multilaterales posibles para garantizar el cumplimiento de los compromisos adquiridos".
El anuncio de la retirada del M23 de Uvira se produce en un momento de tensión y conflicto en la región de los Grandes Lagos, donde la inestabilidad política y la violencia armada han sido recurrentes en los últimos años. La comunidad internacional espera que este gesto del grupo rebelde pueda contribuir a avanzar en el proceso de paz y a reducir la escalada de violencia en la zona.











