María Corina Machado, la incansable luchadora por la democracia en Venezuela, ha dado un paso más hacia la presidencia del país. Después de sortear innumerables obstáculos impuestos por el régimen de Nicolás Maduro, Machado ganó las primarias de la oposición con un abrumador 90% de los votos, a nivel nacional e internacional.
Esta victoria representa un giro histórico en la política venezolana, donde Machado, a pesar de haber sido inhabilitada ilegalmente, ha logrado conectar con todas las clases sociales gracias a su tenacidad, valentía y defensa inquebrantable de los principios democráticos.
Desde la fundación de Súmate en 2002, Machado se ha erigido como una de las principales voces en defensa de la paz, los derechos políticos y el respeto al voto. Su ascenso vertiginoso en la aceptación popular se debe a su constante denuncia de las violaciones a los derechos humanos, la existencia de presos políticos, la creciente pobreza y la corrupción del régimen.
Cuando Maduro intentó mantener a Machado fuera de la carrera presidencial, imponiéndole una inhabilitación a través de los tribunales, ella no se amilanó y luchó dentro de la Plataforma Unitaria para que se postulara a un candidato de consenso, Edmundo González, quien obtuvo el 70% de los sufragios.
La campaña de Machado ha sido calificada como "heroica", ya que tuvo que sortear miles de obstáculos para desplazarse y recibir el apoyo de compatriotas humildes que fueron perseguidos por respaldarla. Posadas, restaurantes, vendedores de empanadas y transportistas sufrieron los embates del régimen por su cercanía a la líder opositora.
Ahora, con el respaldo de la mayoría de los venezolanos, María Corina Machado se perfila como la esperanza de un país que clama por el retorno de la democracia. Su incansable lucha y su capacidad de movilizar a la sociedad civil la han convertido en una figura clave en la transición hacia un Venezuela libre y próspera.
