El juez de garantías Víctor Gangarrosa negó la solicitud de la defensa de Pablo González, el joven que embistió y mató a un hombre durante una madrugada lluviosa en mayo pasado, para que se le otorgue la prisión domiciliaria con tobillera electrónica.
González, quien permanece detenido en el Penal III de Bariloche, deberá continuar privado de su libertad por al menos dos meses más, según lo dispuesto por el magistrado. La decisión se tomó luego de que los fiscales Álvaro Viterbori y Gerardo Miranda se opusieran a cualquier cambio en las condiciones de detención, argumentando que persiste el "riesgo procesal" de fuga y de entorpecimiento de la investigación.
El hecho ocurrió el 17 de mayo pasado, cuando González, que circulaba en su vehículo Volkswagen Golf por una calle vecinal del barrio El Frutillar, embistió a Sergio Massaro, quien sufrió graves heridas y murió tres días después. El conductor huyó del lugar sin prestar auxilio a la víctima y recién fue ubicado y detenido una semana después.
El auto apareció abandonado en un espacio público, parcialmente pintado de otro color y con varias alteraciones, lo que fue determinante para que en un principio se le negara la excarcelación. Según el abogado defensor, Pablo Guerrero, su representado manejaba un auto recién comprado, con varios problemas, y se fueron del lugar porque creyeron que los iban a asaltar al escuchar "gritos y piedrazos".
Sin embargo, los fiscales señalaron que hubo "claramente un desprecio por la vida" por parte de González, ya que no se pudo realizar la alcoholemia y las pericias resultaron "más complejas" debido a las maniobras que el mismo imputado efectuó con el vehículo.
El juez Gangarrosa consideró que los "riesgos procesales se encuentran vigentes" y que una medida menos gravosa que la prisión preventiva en la cárcel "podría afectar el normal desenvolvimiento de la investigación". Por lo tanto, resolvió que González continúe detenido en el Penal III, al menos hasta el 20 de febrero.
Familiares de Massaro siguieron con atención los dichos de la defensa y se retiraron satisfechos al comprobar que el intento de obtener la prisión domiciliaria no prosperó. Ahora, González se expone a recibir una condena de prisión efectiva por el delito de homicidio culposo, debido a la gravedad de los hechos.
