El Gobierno nacional anunció este jueves un aumento del salario mínimo que superará por primera vez en la historia el umbral de los 3 millones de pesos. El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, reveló que el nuevo valor del salario mínimo para el 2026 será de 3.050.000 pesos, lo que representa un incremento del 15% con respecto al año anterior.
Esta decisión se produce luego de intensas negociaciones entre el Gobierno, los gremios empresariales y las centrales obreras. Según el ministro Sanguino, el alza salarial responde a la necesidad de proteger el poder adquisitivo de los trabajadores frente a la inflación, que en los últimos 12 meses se ubicó por encima del 12%.
"Hemos logrado un acuerdo histórico que permitirá a los colombianos con menores ingresos tener un alivio en sus finanzas personales. Este incremento del 15% en el salario mínimo es el más alto de los últimos 20 años y nos acerca a la meta de alcanzar un salario digno para todos los trabajadores", afirmó el jefe de la cartera laboral.
Por su parte, Fabio Arias, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), calificó la medida como "un paso en la dirección correcta", pero advirtió que aún falta mucho camino por recorrer para cerrar la brecha salarial y mejorar las condiciones laborales de millones de colombianos.
"Si bien celebramos este importante aumento, que beneficiará a cerca de 6 millones de trabajadores, consideramos que el salario mínimo sigue siendo insuficiente para cubrir las necesidades básicas de una familia. Seguiremos presionando para que el Gobierno y los empresarios hagan mayores concesiones en favor de los trabajadores", señaló Arias.
Analistas económicos consultados por EL TIEMPO consideraron que el alza salarial anunciada tendrá un impacto positivo en el consumo interno, pero advirtieron que también podría generar presiones inflacionarias si no va acompañada de medidas que estimulen la productividad y la competitividad de las empresas.
"Es una decisión acertada que busca proteger el poder adquisitivo de los trabajadores, pero el reto ahora es lograr que ese mayor ingreso se traduzca en mayor producción y no se diluya en presiones inflacionarias. Para eso se requieren políticas complementarias de fomento a la inversión y la innovación", explicó uno de los analistas consultados.










