Hidrógeno verde: ¿Cómo proteger la soberanía astronómica de Chile?

El proyecto INNA, una megainversión de US$ 10 mil millones para producir hidrógeno y amoníaco verde (H2V, generado por electrólisis con energía solar y eólica) en Taltal, pone en jaque la posición de Chile como capital mundial de la astronomía. Si bien el H2V representa una oportunidad para fortalecer la soberanía energética del país, su implementación podría tener un impacto negativo en los observatorios astronómicos ubicados en el norte de Chile, reconocidos internacionalmente por la calidad de sus cielos.

Manuel Reyes, académico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Andrés Bello, analiza en profundidad los desafíos que enfrenta Chile para equilibrar el desarrollo de proyectos de energía renovable y la preservación de su liderazgo en astronomía.

La producción de hidrógeno verde es una de las apuestas clave para la transición energética de Chile, ya que le permitiría reducir su dependencia de los combustibles fósiles e impulsar la exportación de este combustible limpio. Sin embargo, la ubicación del proyecto INNA, en la región de Antofagasta, pone en riesgo la calidad de los cielos que han atraído a los principales observatorios astronómicos del mundo.

"Chile se ha posicionado como la capital mundial de la astronomía gracias a la excelente calidad de sus cielos, que permiten observaciones de alta precisión. Pero el proyecto INNA, con sus enormes paneles solares y torres de enfriamiento, podría generar contaminación lumínica y térmica que afecte seriamente el trabajo de los astrónomos", explica Reyes.

Según el académico, el desafío es encontrar un equilibrio entre el desarrollo de proyectos de energía renovable y la preservación de la soberanía astronómica de Chile. "No se trata de frenar el progreso, sino de buscar soluciones que permitan aprovechar las oportunidades del hidrógeno verde sin poner en riesgo nuestro liderazgo en astronomía, que es también un activo estratégico para el país".

Algunas de las alternativas que propone Reyes incluyen reubicar el proyecto INNA en una zona más alejada de los observatorios, o implementar tecnologías que minimicen el impacto lumínico y térmico. Además, subraya la importancia de fortalecer la regulación y el diálogo entre los actores involucrados para encontrar un punto de equilibrio.

"Chile tiene la oportunidad de convertirse en un líder mundial en hidrógeno verde, pero no debe hacerlo a costa de su liderazgo astronómico. Es fundamental que se diseñen políticas y se tomen decisiones informadas que permitan aprovechar ambas fortalezas de manera sostenible", concluye el académico.