La región de Magallanes ha experimentado un giro político de gran magnitud, con la contundente victoria del candidato republicano José Antonio Kast en la segunda vuelta presidencial. Kast obtuvo más del 60% de los votos en la zona, superando por más de 10 puntos porcentuales a la candidata oficialista Jeannette Jara.
Este resultado marca un quiebre histórico en la región, que tradicionalmente se había inclinado por la centro-izquierda. Desde las elecciones presidenciales de 2009, ningún representante de la derecha había logrado superar el 50% de los votos en Magallanes. Sin embargo, en esta ocasión, Kast no solo ganó en la región, sino que lo hizo de manera contundente, obteniendo el triunfo en las diez comunas que la componen.
El triunfo de Kast se enmarca en un contexto de creciente apoyo a la derecha en Magallanes. En las elecciones parlamentarias de diciembre pasado, la lista de Republicanos, Socialcristianos y Nacional Libertario obtuvo buenos resultados, y siete de las diez comunas de la región están actualmente gobernadas por la derecha.
Para el oficialismo, la derrota de Jara supone un duro golpe. La candidata logró concitar el apoyo de cerca de 50 mil magallánicos, pero no pudo ganar en ninguna de las comunas de la región. Desde el Partido Socialista y la Democracia Cristiana, se ha reconocido la necesidad de realizar una autocrítica y escuchar a la ciudadanía para comprender los motivos de este giro político.
Por su parte, el Partido Comunista ha señalado que no solo enfrentaron una batalla electoral, sino también una batalla mediática, en la que los medios de comunicación habrían jugado un rol "incidente e interviniente" en el proceso. Sin embargo, el partido ha descartado cambios en su cúpula directiva tras la derrota de Jara.
En definitiva, la victoria de Kast en Magallanes marca un hito en la historia política de la región, y plantea importantes desafíos para el oficialismo y la oposición de cara al futuro.












