El municipio de El Torno, en el departamento de Santa Cruz, Bolivia, se enfrenta a una grave crisis tras las intensas lluvias que azotaron la región durante el fin de semana. Según informes oficiales, al menos 3 personas han fallecido, 18 se encuentran desaparecidas y unas 3.500 familias han resultado damnificadas por las inundaciones.
La vocera presidencial, Carla Faval, detalló la dramática situación: "Tenemos que reportar 3 fallecidos, 18 desaparecidos y 17 personas recibiendo atención médica". Las lluvias arrasaron con viviendas, destruyeron puentes y dejaron a cientos de personas aisladas, algunas de ellas refugiadas en los techos de sus casas.
Ante la gravedad de los hechos, el presidente Rodrigo Paz decidió instalar una Sala de Crisis en el Palacio Quemado para coordinar las acciones de respuesta y atención a la emergencia. La Sala de Crisis estará integrada por ministros, viceministros, el Alto Mando Policial, el Alto Mando Militar y personal técnico y operativo necesario.
"La Sala de Crisis estará en permanente contacto directo y en tiempo real con el Centro de Comando de Incidentes (CCI) y el Comité de Operaciones de Emergencia Departamental (COED) de Santa Cruz, para evitar la duplicidad de esfuerzos", explicó Faval.
La presidenta del Concejo Municipal de El Torno, Plácida Escapa, hizo un llamado urgente al Gobierno nacional solicitando ayuda. "La situación es tan crítica que el presidente Rodrigo Paz decidió instalar una Sala de Crisis en el Palacio Quemado para tomar decisiones inmediatas", dijo entre lágrimas.
Las autoridades han informado que a las 11:00 horas se realizará una conferencia de prensa para comunicar el plan de atención que se ejecutará de inmediato. Los equipos de rescate y asistencia humanitaria ya se encuentran desplegados en la zona para brindar apoyo a las comunidades afectadas.
Esta tragedia pone de manifiesto la vulnerabilidad de las poblaciones ante los eventos climáticos extremos, y la necesidad de fortalecer los sistemas de prevención y respuesta ante este tipo de emergencias. El Gobierno deberá actuar con celeridad y eficacia para atender a las víctimas y reconstruir las zonas devastadas.











