Desde la crisis cambiaria que empezó el año 2023, no se observaba una tendencia tan prolongada del dólar paralelo en Bolivia hacia la baja, estando ahora próximo a los Bs 9 después de más de dos años. Esta divisa está más cerca que nunca al tipo de cambio oficial, el cual su venta, al día de hoy, está en Bs 8,88.
Varias son las causas que han propiciado esta caída del dólar paralelo en Bolivia. En primer lugar, el cambio de gobierno y la mejora de las expectativas económicas han contribuido a reducir la demanda especulativa. Además, los esfuerzos del gobierno por buscar financiamiento externo a través de organismos como la CAF, el Banco Mundial y el BID han ayudado a estabilizar el mercado cambiario.
Otra medida clave ha sido la publicación de una cotización referencial diaria por parte del Banco Central de Bolivia (BCB), lo cual ha brindado más transparencia y certidumbre a los agentes económicos. Asimismo, la recesión económica ha provocado una menor demanda de divisas, mientras que el mayor uso de activos virtuales, principalmente el USDT, también ha jugado un rol en la caída del dólar paralelo.
Sin embargo, los expertos advierten que esta tendencia a la baja podría revertirse si no se implementan las políticas y medidas económicas adecuadas. Si bien el financiamiento externo y la inyección de divisas al sistema financiero nacional son importantes a corto plazo, estas soluciones no son indefinidas ni sostenibles a largo plazo.
Para lograr una estabilidad duradera, el gobierno deberá implementar un conjunto de medidas estructurales, como la reducción del gasto público, el equilibrio fiscal y la construcción de un fondo de estabilización en divisas. Además, se deberá mejorar las condiciones para que los exportadores traigan sus dólares al país y ampliar el uso de activos virtuales a nivel general.
En palabras de un experto consultado, "mientras se canalicen recursos para importar carburantes y pagar deuda externa, se debe hacer reducciones importantes en el gasto público (no recesivas), solo así se generará ese 'colchón' financiero tan necesario para afrontar el reajuste de las subvenciones y equilibrar el mercado cambiario, y recuperar sobre todo la confianza de la población en el gobierno".
