A partir del 12 de diciembre de 2025, los ecuatorianos verán cambios en los precios de los combustibles, específicamente en las gasolinas y el diésel, bajo el sistema de bandas de precios implementado en el país.
Según la información disponible, el Gobierno de Ecuador ha anunciado los nuevos valores que regirán para estos productos a partir de esa fecha. Estas variaciones en los precios responden a las fluctuaciones en los mercados internacionales y a la política de ajuste gradual de los subsidios a los combustibles que el país viene aplicando.
En el caso de la gasolina extra, su precio pasará de $2,40 a $2,55 por galón. Por su parte, la gasolina ecopaís aumentará de $2,30 a $2,45 por galón. Mientras tanto, el diésel sufrirá un incremento de $1,90 a $2,05 por galón.
Estas modificaciones en los precios de los combustibles se enmarcan dentro del sistema de bandas de precios implementado por el Gobierno ecuatoriano. Este mecanismo busca generar un ajuste gradual de los valores, evitando fluctuaciones bruscas que puedan impactar de manera significativa en la economía de los hogares y en los sectores productivos del país.
El sistema de bandas de precios establece un rango dentro del cual pueden moverse los valores de los combustibles, permitiendo que se adapten a las condiciones del mercado internacional sin generar shocks abruptos en la economía local. De esta manera, se busca lograr un equilibrio entre la sostenibilidad fiscal, la competitividad de la economía y el bienestar de los consumidores.
Cabe destacar que estos ajustes en los precios de las gasolinas y el diésel forman parte de una estrategia más amplia del Gobierno ecuatoriano para reducir gradualmente los subsidios a los combustibles, lo que ha sido una demanda recurrente de organismos internacionales y de sectores económicos del país.
La aplicación de este sistema de bandas de precios busca generar una transición más suave y predecible para los ecuatorianos, evitando los impactos abruptos que podrían derivarse de una eliminación abrupta de los subsidios. Sin embargo, es importante monitorear el impacto de estos cambios en la economía y en el poder adquisitivo de los ciudadanos.











