El Reino Unido se enfrenta a un brote inusual de la variante H3N2 del virus de la gripe, que ha provocado una saturación de los sistemas de salud, cierres temporales de escuelas y la reactivación de protocolos de invierno.
La circulación anticipada y agresiva de la cepa subclado K de la H3N2, detectada en instituciones educativas y centros de salud, ha llevado a las autoridades británicas a emitir advertencias públicas y reforzar las medidas de prevención.
Según reportes de medios como The Guardian, BBC y Mirror, la variante H3N2 subclado K presenta una deriva genética más marcada que ha incrementado su capacidad de transmisión. Especialistas indican que esta mutación elevó su índice de reproducción a 1.4, superior al de cepas recientes, lo que implica que se propaga más rápido, especialmente en contextos de baja inmunidad poblacional.
Tras varios inviernos con poca circulación viral, el Reino Unido enfrenta un escenario donde amplios sectores de la población tienen menor protección natural. Un análisis publicado por Mirror mostró que, de 554 casos estudiados, 420 correspondían a la nueva variante.
Los síntomas incluyen fiebre, tos, congestión nasal, dolores corporales, vómitos y diarrea, con episodios más prolongados en algunos pacientes. El principal foco de preocupación es la presión que ejerce la variante sobre los sistemas de salud, con un promedio de 1,717 ingresos diarios por gripe y 69 pacientes en cuidados intensivos, cifras inusuales para diciembre.
Aunque la probabilidad de enfermedad grave no ha aumentado de manera significativa, la magnitud del brote es suficiente para tensionar hospitales que ya operan con recursos limitados. La H3N2 también obligó a cerrar temporalmente escuelas en Gales del Sur, Leeds y Cheshire ante el ausentismo masivo.
El Reino Unido ha reforzado la campaña de vacunación, con casi 17 millones de dosis aplicadas, y recomendado el uso voluntario de mascarillas para personas con síntomas respiratorios. La Agencia de Seguridad Sanitaria del país sostiene que las vacunas actuales brindan protección suficiente contra esta variante.
La vigilancia continúa, especialmente entre niños y adolescentes, donde se registra la mayor tasa de positivos en pruebas PCR: más del 36% en el grupo de 5 a 14 años, según BBC.











