La comunidad hispana, compuesta por más de 635 millones de personas en todo el mundo, está buscando transformarse de una identidad cultural a una estructura de cooperación, movilidad, talento e innovación. Esto fue el tema central del Primer Foro de Liderazgo y Futuro Hispano del Club Hispanidad Futura, celebrado recientemente en Madrid.
Pese a su enorme tamaño y potencial económico y cultural, la comunidad hispana aún funciona de manera dispersa, con países que comparten idioma, valores y desafíos operando de forma aislada. Durante el foro, los líderes presentes, provenientes de más de 20 países, coincidieron en que el reto más profundo no es económico ni institucional, sino de identidad y pertenencia.
"Nuestro desafío no es 'inventar' la comunidad hispana, sino conectar lo que ya existe, darle coherencia estratégica y multiplicar su impacto", señaló Marlene Estévez, fundadora del Club Hispanidad Futura. Para ello, se propuso construir una "comunidad de propósito hispana" en torno a tres pilares: identidad consciente, infraestructura compartida y narrativa y proyecto común.
Esto implicaría la creación de un "Erasmus hispano" que permita la movilidad estudiantil y profesional entre todos los países hispanohablantes, acompañado del reconocimiento mutuo de títulos y cualificaciones. También se buscaría desarrollar redes de inversión centradas en emprendimientos liderados por jóvenes en varios países a la vez, y consolidar plataformas de investigación científica compartida en español.
El objetivo es transformar la hispanidad de un concepto cultural a una estructura de cooperación, movilidad, talento e innovación, que permita a la comunidad hispana global convertirse en una verdadera potencia del siglo XXI. "Nuestro idioma ya es global; ahora necesitamos que también lo sea nuestra voz", concluyó Estévez.
