El subteniente Joaquín Antonio C. P., acusado de matar a dos comunarios durante los violentos enfrentamientos registrados el 8 de diciembre en la comunidad de Cotapachi, Cochabamba, ha presentado un informe detallando su versión de los hechos.
Según el documento al que accedió EL DEBER, el uniformado relata que fue emboscado por una turba violenta de al menos 100 personas que gritaban "¡Mátenlos, quémenlos!". Afirma que se vio obligado a utilizar su arma de reglamento, una pistola calibre 9 milímetros, tras ser atacado con palos, piedras y explosivos.
El policía sostiene que realizó "disparos disuasivos al piso" para alejar a los manifestantes, pero que posteriormente fue rodeado y acorralado, con personas gritando que le echarían gasolina y lo quemarían. Ante esta situación, asegura que se vio "obligado" a apuntar y disparar a uno de los comunarios.
Según el informe, el subteniente resultó herido con 32 perdigones en distintas partes del cuerpo, además de lesiones por explosiones de dinamita, golpes con palos, puños y piedras. Fue evacuado a la Caja Nacional de Salud, donde permanece internado.
El fiscal departamental de Cochabamba, Osvaldo Tejerina Ríos, confirmó que el subteniente ha sido identificado como presunto autor de los disparos que causaron la muerte de los comunarios Pablo P. M. y Sinforiano C. C. durante el operativo de desbloqueo. Indicó que se procederá a su aprehensión tras obtener elementos materiales y su declaración.
La versión del policía contrasta con la de los comunarios, quienes denuncian que la intervención policial fue violenta y desproporcionada. El caso ha generado gran controversia y está siendo investigado por la Fiscalía.











