Chile se encamina a una elección presidencial de alto voltaje ideológico, con el abogado ultraderechista José Antonio Kast y la también abogada y administradora pública Jeannette Jara, del Partido Comunista, como los finalistas. Esta contienda enfrenta dos visiones de mundo antagónicas, donde está en juego el modelo de país que prevalecerá en los próximos años.
Kast, quien se ha presentado como el candidato de la recuperación de la seguridad y el orden, tiene una trayectoria marcada por su cercanía al pinochetismo y su creciente rol en la red ultraconservadora internacional. Su agenda incluye el rechazo al aborto, al matrimonio igualitario y a los derechos de la comunidad LGBTQ+, lo que representa una seria amenaza a los avances logrados en Chile en materia de derechos sociales y de género.
Por su parte, Jara encarna la opción de la izquierda, con una propuesta que busca profundizar los derechos sociales y la diversidad. Su triunfo implicaría la consolidación de los logros alcanzados en los últimos años, pero también abre la posibilidad de un mayor avance en áreas como la despenalización del aborto y la ampliación de los derechos LGBTQ+.
El 14 de diciembre, los chilenos deberán decidir entre estas dos visiones antagónicas, con el riesgo de que el ascenso de Kast pueda significar no solo un retroceso en derechos, sino también un peligro para la propia democracia, tal como se ha visto en otros países donde la ultraderecha ha llegado al poder.












