En un esfuerzo por combatir la violencia y el crimen organizado en Honduras, las autoridades han logrado la captura de más de 230 pandilleros pertenecientes a las temidas organizaciones delictivas 18 y MS-13 durante el presente año 2025 en el departamento de Cortés.
Este operativo a gran escala, llevado a cabo por las fuerzas de seguridad hondureñas, forma parte de una estrategia integral para desmantelar las estructuras de estas peligrosas pandillas que han asolado durante años a la población del país centroamericano.
Las detenciones se produjeron en diferentes municipios del departamento de Cortés, uno de los más afectados por la presencia y actividades de estos grupos delictivos. Los pandilleros capturados enfrentarán cargos por diversos delitos, entre ellos homicidio, extorsión, narcotráfico y asociación ilícita.
"Esta es una victoria importante en nuestra lucha incansable contra las pandillas. Hemos logrado desarticular una parte significativa de sus estructuras y privar de libertad a decenas de sus miembros más peligrosos", declaró el ministro de Seguridad de Honduras, quien encabezó las operaciones.
Según las autoridades, los arrestos se lograron gracias a un trabajo de inteligencia y coordinación entre las diferentes agencias de seguridad, así como a la colaboración de la población, que ha brindado información valiosa para ubicar y capturar a estos delincuentes.
La 18 y la MS-13 son dos de las pandillas más violentas y temidas en Centroamérica, con presencia en varios países de la región. Estos grupos se dedican a actividades como extorsión, tráfico de drogas, secuestros y asesinatos, generando un clima de inseguridad y terror entre la ciudadanía.
Las acciones emprendidas por el gobierno hondureño buscan debilitar el poder y la influencia de estas organizaciones criminales, que han sido un flagelo para la sociedad durante décadas. Expertos en seguridad consideran que este tipo de operativos a gran escala son fundamentales para reducir los índices de violencia y criminalidad en el país.
Sin embargo, las autoridades advierten que la lucha contra las pandillas es un desafío constante y que se requiere de un esfuerzo sostenido y coordinado a nivel regional para lograr resultados duraderos. La población, por su parte, espera que estos arrestos masivos traigan un alivio a la situación de inseguridad que han padecido.
