Un devastador incendio forestal ha consumido más de 500 hectáreas en las afueras de Santiago de Chile, poniendo en riesgo viviendas y la infraestructura crítica de abastecimiento de agua de la capital.
Las llamas comenzaron a propagarse durante la tarde del lunes en la víspera, impulsadas por el intenso calor, la sequía y los fuertes vientos que azotan la zona. Según el comandante de Bomberos Manuel Vera, los equipos de emergencia han logrado evitar que el fuego se extienda hacia las zonas residenciales, pero ahora se concentran en frenar su avance hacia la Quebrada de Ramón, un área considerada de vital importancia para el suministro hídrico de Santiago.
"Con los recursos desplegados, que incluyen helicópteros y aviones cisterna, esperamos apagar el incendio durante la jornada o, al menos, ponerlo bajo control", declaró Alicia Cebrián, directora del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres.
Desde la Asociación Parque Cordillera, se informó sobre el hallazgo de restos de cigarrillos en el punto de origen del siniestro, lo que sugiere que el incendio pudo haber sido provocado por la acción humana, ya sea por descuido, accidente o intencionalidad. Las autoridades chilenas señalan que el 99% de los incendios forestales en el país son causados por el ser humano.
Este devastador incendio se produce en un momento en que Chile enfrenta una prolongada sequía, que ha afectado gravemente los recursos hídricos y aumentado el riesgo de incendios forestales en todo el país. Expertos advierten que estos eventos extremos se volverán más frecuentes e intensos debido al cambio climático, lo que plantea un desafío cada vez mayor para las autoridades y los servicios de emergencia.











