La Agencia Central de Inteligencia (CIA) habría utilizado drones para destruir una zona de atraque de embarcaciones en Venezuela, según reportaron medios estadounidenses, luego de que el presidente Donald Trump confirmara un ataque contra una instalación costera presuntamente vinculada al narcotráfico.
El lunes, al recibir al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en su complejo Mar-a-Lago, Trump confirmó la destrucción de la zona portuaria. "Hubo una gran explosión en el área del muelle donde cargan las embarcaciones con drogas", dijo Trump a periodistas. "Así que atacamos todas las embarcaciones y ahora atacamos el área, es el área de implementación (...) Y eso ya no existe", agregó.
Sin embargo, el presidente estadounidense no precisó si fue una operación militar o de la CIA, ni dónde ocurrió el ataque, limitándose a señalar que fue "a lo largo de la costa". Fuentes con conocimiento del operativo dijeron a CNN y el New York Times que la CIA había efectuado un ataque con drones contra una instalación portuaria.
Se cree que el ataque fue contra la pandilla venezolana Tren de Aragua, aunque no había nadie presente en el momento de la operación y no hubo víctimas, según los medios estadounidenses. Por el momento no hay ninguna declaración oficial por parte del gobierno venezolano.
Esta acción se enmarca en la intensificación de la presión de Estados Unidos contra el gobierno de Nicolás Maduro, a quien acusa de dirigir el supuesto "Cartel de los Soles" y ofrece 50 millones de dólares de recompensa por cualquier información que facilite su detención.
Trump lleva semanas diciendo que Estados Unidos "pronto" comenzará a realizar ataques terrestres contra los cárteles de la droga en América Latina, y este parece ser el primero. Las fuerzas estadounidenses también han llevado a cabo numerosos ataques contra presuntas embarcaciones de narcotraficantes en el Caribe y el Pacífico oriental, que han dejado más de un centenar de muertos.
Expertos en derecho internacional y organizaciones de defensa de los derechos humanos sostienen que estos ataques probablemente constituyen ejecuciones extrajudiciales, una acusación que Washington niega. Además, el gobierno de Trump no ha presentado pruebas de que las embarcaciones atacadas estuvieran involucradas en el tráfico de drogas, lo que ha suscitado un debate sobre la legalidad de estas operaciones.
Venezuela, por su parte, niega cualquier implicación en el tráfico de drogas y cree que Trump quiere derrocar a Maduro para apoderarse de las reservas petroleras venezolanas, las más grandes del planeta. Expertos señalan que el llamado "Cartel de los Soles" alude más a redes de corrupción permisivas con actividades ilícitas que a un grupo narcotraficante como tal.











