El mercado laboral colombiano cerró 2025 con una de las mejores cifras de desempleo de su historia. Según el reporte del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la tasa de desocupación en noviembre de 2025 se ubicó en 7%, lo que representa una caída de 1,2 puntos porcentuales frente al mismo mes del año anterior.
Este resultado confirma la tendencia positiva que ha venido registrando el empleo en el país durante todo el año. De hecho, Andrea Ramírez Pisco, subdirectora del DANE, señaló que todos los meses de 2025 han presentado las tasas de desocupación más bajas para cada período en la serie histórica.
La población ocupada en Colombia llegó a 24,5 millones de personas en noviembre, lo que significó un aumento de 993.000 empleos frente a noviembre de 2024, equivalente a un crecimiento anual del 4,2%.
El mayor descenso en la tasa de desempleo se registró en los centros poblados y el área rural dispersa, donde pasó de 6,5% a 4,3%, una reducción de 2,2 puntos porcentuales. En las 13 ciudades y áreas metropolitanas, el indicador bajó de 8% a 7,3%, mientras que en las otras cabeceras disminuyó de 9% a 8,1%.
Incluso en el grupo de las 10 principales ciudades, la tasa de desocupación se situó en 9,2%, una caída de 2,1 puntos porcentuales, lo que demuestra que la mejora del mercado laboral no se concentró en un solo tipo de territorio.
Los sectores que más contribuyeron al aumento del empleo fueron agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca, con 312.000 nuevos ocupados; alojamiento y servicios de comida, con 247.000; y construcción, con 184.000. En contraste, las industrias manufactureras registraron una disminución de 102.000 ocupados.
Asimismo, el reporte del DANE muestra avances en la reducción de la brecha de género en el mercado laboral. La tasa de desocupación para los hombres se ubicó en 5,5%, mientras que para las mujeres fue de 9,1%, una diferencia de 3,5 puntos porcentuales, la más baja en la serie histórica.
Sin embargo, la informalidad sigue siendo un reto importante, pues más de la mitad de los ocupados (55,4%) trabajan en condiciones de informalidad, sin acceso a prestaciones como salud, pensión o riesgos laborales.
