Después de más de cuatro siglos de historia, Dinamarca se despide del reparto tradicional de cartas postales. La empresa pública PostNord, que brindaba este servicio en el país nórdico, anunció que a partir del 1 de enero de 2026 dejará de repartir misivas, cerrando así una tradición de 401 años.
La decisión se debe a la abrumadora caída en el volumen de cartas enviadas por los daneses, que pasó de 1.500 millones en el año 2000 a apenas 122 millones en 2022, una disminución de más del 90%. "Los daneses son cada vez más digitales, hoy en día hay muy pocas cartas y ese declive continúa, de forma que el mercado postal ya no es rentable", justificó el director de la filial danesa de PostNord, Kim Pedersen.
A partir de ahora, los ciudadanos de Dinamarca podrán enviar cartas a través de las 1.600 paqueterías de la firma privada Dao, que asumirá la distribución de misivas a partir del 1 de enero de 2026. Dao calcula que el número de productos repartidos subirá en ese año de 150 a 210 millones, de los cuales unos 70 millones corresponderán a cartas.
"Esperamos que las cartas que queden sean para ciudadanos que quieren seguir recibiéndolas de esta manera", declaró el director de Dao, Hans Peter Nissen, quien se mostró convencido de que el negocio será rentable al poder combinar el reparto de cartas con el de periódicos, revistas y paquetes.
La decisión de PostNord de dejar de repartir cartas afectará únicamente a Dinamarca, ya que en Suecia, país con el que se fusionó en 2008, la compañía continuará brindando este servicio con normalidad. De los 2.200 trabajadores del servicio postal danés, 1.500 serán despedidos, mientras que al resto se les han ofrecido puestos en otras partes de la organización.












