Panamá se encuentra en una encrucijada demográfica y tecnológica que amenaza con desestabilizar gravemente su economía y sociedad si no se toman medidas urgentes. El país navega un cambio demográfico acelerado, con un crecimiento exponencial de la población indígena, que concentra los mayores niveles de pobreza, informalidad y analfabetismo.
Paralelamente, se aproxima un "segundo choque" silencioso pero devastador: la convergencia de la Inteligencia Artificial (IA), los agentes autónomos y la robótica con tecnologías que incrementan la longevidad, como el antienvejecimiento y el rejuvenecimiento celular.
Cuando estas tecnologías se combinen, la automatización reducirá drásticamente el empleo formal, mermando tanto la recaudación de impuestos del Gobierno Central como los aportes a la Caja de Seguro Social, justo cuando la mayor longevidad exigirá pensiones por más tiempo. Esta ecuación perfecta para la quiebra fiscal y el caos social.
Según el análisis, si la IA avanza al ritmo proyectado hacia la "superinteligencia" para 2030 y Panamá mantiene el statu quo, las perspectivas son sombrías: en el escenario más optimista, la pobreza y el desempleo total en 2080 serían mayores que en 2024. En el peor de los casos, la IA provocaría un desempleo masivo con un crecimiento descontrolado de la pobreza y la informalidad.
Para enfrentar esta crisis, el economista y MBA en finanzas que firma el artículo propone un ambicioso plan de 13 medidas, entre las que se destacan:
1. Un "rescate educativo de emergencia" con metas anuales de desempeño, evaluación pública y alfabetización obligatoria en IA.
2. La creación de una "escuela modelo" basada en IA y aprendizaje adaptativo.
3. Programas de salud reproductiva y educación sexual en comarcas indígenas.
4. Garantizar infraestructura y bancarización efectiva en zonas indígenas.
5. Democratizar el crédito a MiPyMEs mediante modelos de flujo de caja.
6. Repatriar la liquidez bancaria para dinamizar el crédito interno.
7. Una ley que permita a proveedores del Estado vender cuentas por cobrar.
8. Un programa permanente de reconversión laboral ante la automatización.
9. Un subsidio transitorio condicionado para mitigar el shock del desempleo tecnológico.
10. Un Ingreso Básico Universal (IBU) permanente financiado por el "Dividendo de Automatización Pública".
11. Una formalización agresiva ofreciendo liquidez preferencial a empresas formales.
12. Una digitalización radical del Estado para eliminar burocracia y corrupción.
13. La creación de un "Hub de Talento Global y Nómadas Digitales" para atraer expertos en IA, robótica y biotecnología.
El autor destaca la valentía del presidente José Raúl Mulino para abordar estos problemas estructurales, y afirma que solo con decisiones difíciles y visión de Estado Panamá podrá convertir esta "amenaza existencial" en un futuro viable antes de que sea demasiado tarde.











