La economía argentina enfrenta un panorama complejo en 2025, con algunos signos positivos pero también persistentes desafíos. Si bien las exportaciones han sido un factor clave para sostener el crecimiento, el déficit fiscal y la inseguridad ciudadana siguen siendo preocupaciones centrales.
De acuerdo a analistas económicos, el año 2025 se perfila como "menos malo" que 2024, en gran medida gracias al dinamismo del sector exportador. La suba de los precios internacionales de los commodities, especialmente de los productos agrícolas y energéticos, ha permitido a Argentina incrementar significativamente sus ingresos por ventas al exterior.
"Las exportaciones han sido el principal motor de la economía en los últimos años. Eso ha ayudado a compensar, en parte, los desequilibrios fiscales y el impacto de la inflación sobre el poder adquisitivo de los salarios", explica Martín Guzmán, economista jefe de una consultora local.
No obstante, el experto advierte que los problemas estructurales de la economía argentina persisten. "El déficit fiscal sigue siendo elevado y representa un riesgo latente para la estabilidad macroeconómica. Además, la inseguridad ciudadana y la violencia en algunas zonas del país siguen siendo una preocupación central para la población y las empresas", señala.
Según datos oficiales, el déficit fiscal primario de Argentina alcanzó el 3,2% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2024, una cifra aún muy por encima de los objetivos de sostenibilidad fiscal. Por otro lado, los índices de criminalidad y violencia han registrado un leve descenso en los últimos meses, pero siguen siendo elevados en comparación con la media regional.
"Si bien el panorama para 2025 luce 'menos malo' que el año anterior, es claro que Argentina todavía tiene un largo camino por recorrer para lograr una recuperación económica sostenible y una mayor estabilidad social", concluye Guzmán.
Los analistas coinciden en que será fundamental que el gobierno logre avances concretos en la reducción del déficit fiscal y en el fortalecimiento de la seguridad pública, además de continuar impulsando las exportaciones. De lo contrario, el país podría enfrentar nuevos episodios de turbulencia económica y social en los próximos años.








