Guatemala cerró el año 2025 con un crecimiento económico estimado en 4%, una cifra que se sitúa por encima del promedio de América Latina. Este resultado positivo se da en un contexto regional marcado por la recuperación económica tras los efectos de la pandemia de COVID-19.
Según los datos oficiales, el Producto Interno Bruto (PIB) de Guatemala creció 4% en 2025, impulsado principalmente por la reactivación del consumo interno y las exportaciones. Este desempeño contrasta con el de otros países de la región, donde el crecimiento económico fue más moderado.
"El crecimiento del 4% en Guatemala es un resultado destacado en el contexto latinoamericano. Refleja la capacidad de recuperación de nuestra economía y la efectividad de las políticas implementadas por el gobierno para estimular la actividad productiva", señaló el ministro de Economía, Juan Pérez.
Entre los sectores que más contribuyeron al crecimiento se encuentran la industria manufacturera, el comercio y los servicios financieros. Asimismo, la mejora en los precios de las materias primas y el aumento de las remesas enviadas por guatemaltecos en el exterior también fueron factores clave.
No obstante, expertos advierten que los beneficios del crecimiento económico no se han distribuido de manera equitativa en la sociedad guatemalteca. "Si bien es cierto que los indicadores macroeconómicos son positivos, persisten altos niveles de pobreza y desigualdad en el país. Es necesario que el gobierno implemente políticas más inclusivas para que el desarrollo económico se traduzca en mejores condiciones de vida para todos los guatemaltecos", señaló la economista María Gómez.
Ante este panorama, el gobierno ha anunciado que destinará mayores recursos a programas sociales y de inversión en infraestructura durante 2026, con el objetivo de reducir las brechas de desigualdad y promover un crecimiento más equitativo.












