El exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, está siendo sometido a un "trato cruel e inhumano" por parte del Estado, según denuncia su abogada Sonia Vera. La jurista afirma que las autoridades estarían creando condiciones para que su defendido fallezca debido a la falta de atención médica adecuada y la reducción de su alimentación.
Vera explicó que Glas, quien cumple condenas por los casos Odebrecht y Sobornos, ingiere 21 fármacos con más de 45 dosis diarias sin un control médico apropiado. Esto lo ha convertido en un paciente fármaco-dependiente, y la suspensión abrupta de alguno de esos medicamentos podría generarle ansiedad severa e incluso la muerte.
Además, la abogada denunció que Glas ha sufrido una reducción del 70% en su alimentación, lo que habría derivado en un cuadro de desnutrición que agrava aún más su estado de salud. Tras la negativa del habeas corpus para que sea trasladado a un hospital, la defensa activó el proceso legal para solicitar su hospitalización ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El exvicepresidente, considerado uno de los símbolos de la persecución judicial o "lawfare" en Ecuador, permanece recluido en la Cárcel del Encuentro, en la provincia de Santa Elena, desde el 10 de noviembre, después de haber sido trasladado desde la prisión de máxima seguridad La Roca, en Guayaquil.
Glas cumplió las condenas impuestas en los casos Odebrecht y Sobornos el 2 de octubre de 2025, pero continúa detenido por el proceso denominado Reconstrucción de Manabí, cuya sentencia escrita de primera instancia fue notificada seis meses después, lo que, según su defensa, vulneró garantías del debido proceso.
Anteriormente, el exvicegobernante estuvo en la embajada de México en Quito desde diciembre de 2023 hasta el 5 de abril de 2024, cuando policías entraron violentamente y sin autorización en la legación diplomática y lo aprehendieron, pese a contar con asilo por parte del entonces Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
La abogada Sonia Vera ha denunciado en repetidas ocasiones el "trato cruel e inhumano" que recibe su defendido, y ha exigido que se le brinde la atención médica adecuada y se respeten sus derechos fundamentales. Ahora, la defensa de Glas espera que la CIDH ordene su hospitalización de manera urgente.












