Las bandas criminales continúan sembrando el terror en la capital peruana. En el último ataque, extorsionadores incendiaron un almacén de productos textiles en el distrito de Carabayllo, al norte de Lima, luego de que los propietarios se negaran a pagar los cupos exigidos.
Según la información recabada, sujetos no identificados llegaron hasta el negocio, ubicado entre las avenidas Condorcanqui y Juan Valer, y prendieron fuego a la puerta principal. Las llamas rápidamente consumieron el primer piso del establecimiento, donde se almacenaba diversa mercadería.
Hasta siete unidades del Cuerpo de Bomberos acudieron a atender la emergencia y lograron controlar el incendio, evitando que alcance otros pisos del edificio e inmuebles aledaños. Si bien no se registraron heridos ni víctimas mortales, los daños materiales son importantes.
Los dueños del almacén se negaron a declarar a la prensa por temor a represalias, pero en off the record señalaron que las extorsiones comenzaron el pasado 19 de diciembre, cuando los delincuentes dejaron una nota amenazadora debajo de la puerta. Posteriormente, uno de sus hijos empezó a recibir mensajes y llamadas intimidantes a través de WhatsApp.
"Los dueños hicieron un llamado a la Policía Nacional para redoblar esfuerzos, a fin de identificar y capturar a estos malvivientes", indica el informe. Según contaron, el negocio funciona desde hace más de diez años, pero es la primera vez que son víctimas de un atentado de esta magnitud.
Este lamentable hecho se produce en un contexto de creciente inseguridad ciudadana en la capital peruana. Un reciente informe de Proética no solo confirma que la ciudadanía percibe la corrupción como uno de los problemas más graves del país, sino que también expone una profunda crisis de confianza hacia las principales instituciones públicas.
Las autoridades deberán redoblar sus esfuerzos para combatir el flagelo de la extorsión y brindar mayor seguridad a los ciudadanos y empresarios que se ven afectados por estas bandas criminales. Solo así se podrá recuperar la tranquilidad y el desarrollo económico en la ciudad.












