Carolina Sánchez, una chef ecuatoriana galardonada con una estrella Michelin, ha dedicado su experiencia y conocimientos culinarios a una causa urgente: combatir la desnutrición en América Latina y el Caribe. A través de su colaboración con el Programa Mundial de Alimentos (WFP) de las Naciones Unidas, Sánchez participa activamente en campañas que buscan transformar la alimentación desde la educación y el acceso a recetas nutritivas de bajo costo.
La chef ha desarrollado un enfoque que traslada los principios de la cocina profesional a la vida diaria, diseñando propuestas que reemplazan productos ultraprocesados por alimentos naturales que aportan nutrientes esenciales, especialmente en la alimentación de niños y niñas en edad escolar. Este enfoque no solo mejora la calidad nutricional de las dietas, sino que también fomenta hábitos alimentarios más saludables y sostenibles desde edades tempranas.
Uno de los ejes centrales de las iniciativas impulsadas por Sánchez es la visibilización de los primeros 1.000 días de vida, un período determinante para el desarrollo físico y cognitivo de niños y niñas. En este marco, la chef ha desarrollado recetas y materiales adaptados a distintos contextos socioeconómicos, utilizando ingredientes disponibles en mercados locales. Las preparaciones están pensadas para ser prácticas, nutritivas y culturalmente cercanas, facilitando su adopción por parte de las familias.
Según datos del Programa Mundial de Alimentos, una dieta saludable en América Latina y el Caribe tiene un costo promedio de $4.56 dólares por persona al día, una cifra que supera el presupuesto de millones de hogares en la región. Esta realidad convierte a la educación alimentaria en una herramienta clave para reducir la brecha entre el acceso y la necesidad.
Las campañas en las que participa Carolina Sánchez apuntan precisamente a ese desafío: enseñar cómo optimizar recursos, aprovechar ingredientes locales y priorizar el valor nutricional sin elevar los costos. Otro aspecto fundamental de su trabajo es la revalorización de la cocina local como una estrategia de salud pública, promoviendo alimentos tradicionales y preparaciones caseras para fortalecer la identidad cultural y prevenir enfermedades asociadas a la mala alimentación.
Con su enfoque innovador y su compromiso con la equidad alimentaria, Carolina Sánchez se ha convertido en una figura clave en la lucha contra la desnutrición en América Latina y el Caribe, demostrando que la cocina puede ser mucho más que una experiencia gourmet.
