La emblemática Cruz de La Sabana, icónico monumento inaugurado en 1955 en el Parque Metropolitano de Costa Rica, será sometida a un proceso de restauración liderado por la primera dama, Signe Zeicate. El proyecto, que cuenta con el apoyo de diversas instituciones públicas y privadas, busca convertir este símbolo en "un espacio de paz y unidad familiar".
La cruz se encontraba en estado de deterioro, con suciedad, poca iluminación y algunos grafitis. Según Zeicate, la iniciativa de restauración nació de una inspiración "profundamente personal y colectiva", mientras caminaba por la ciudad y escuchaba la historia de los símbolos.
En un video publicado en redes sociales, la primera dama explicó que el Instituto Costarricense de Deporte y Recreación (Icoder) está a cargo de un plan más amplio para renovar todo el Parque Metropolitano, el más visitado del país. "Y yo sentí que empezar por la cruz podría ser un símbolo, casi una bendición para este proyecto", expresó Zeicate.
El proyecto de restauración mantendrá el diseño original de la cruz, pero mejorará el espacio a su alrededor para crear un entorno de paz, con jardines, senderos de fe, iluminación nocturna y espacios con bancas para descansar.
Diversas instituciones públicas y empresas privadas se han sumado a la iniciativa, entre ellas Grupo Sur, el Banco Nacional (BN) y la Embajada de Italia. Incluso, la primera dama viajó al Vaticano para invitar al papa León XIV a visitar Costa Rica y "recibir la bendición del papa en la cruz restaurada".
La Cruz de La Sabana fue inaugurada en 1955, durante el segundo Congreso Eucarístico, y se dice que fue colocada cerca del primer aeropuerto del país como símbolo de protección para los pasajeros. Además, forma parte de un simbolismo que conecta el cuerpo de Cristo con el paisaje costarricense.
Según Zeicate, la cruz fue "un regalo como un llamado a la reconciliación nacional, después de la guerra civil". En 1983, el papa Juan Pablo II también bendijo a los costarricenses en este lugar.
"Preservar nuestro patrimonio no es solo cuidar un monumento: es proteger nuestra identidad, nuestra memoria y los valores que nos definen como nación", agregó la primera dama.
Aún se desconoce el monto de la inversión del proyecto y la fecha de finalización de la restauración de este emblemático símbolo de Costa Rica.
