El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó el pasado 26 de diciembre que su país había "destruido" una gran planta de producción de droga en Venezuela. Esta sería la primera intervención militar terrestre de EE.UU. en el país sudamericano desde que Washington iniciara su campaña de operaciones militares en el Caribe.
En una conversación telefónica con el millonario John Catsimatidis, seguidor suyo y dueño de la emisora de radio WABC, Trump aseguró que las fuerzas estadounidenses habían atacado y destruido esta instalación de fabricación de drogas en territorio venezolano, sin aportar mayores detalles.
"No sé si lo has leído o visto, pero tienen una gran planta, unas instalaciones grandes de las que salen los barcos, y hace dos noches las destruimos", afirmó el mandatario estadounidense.
Ni el Ejército, ni la CIA ni la Casa Blanca se han pronunciado oficialmente sobre esta información, según informó el diario The New York Times, que habló con funcionarios gubernamentales que confirmaron que Trump se refería a una instalación de producción de drogas en Venezuela.
Por su parte, el gobierno venezolano tampoco ha reportado ningún ataque de Estados Unidos en su territorio.
Esta no sería la primera acción militar de EE.UU. en la región caribeña. Desde hace meses, Washington ha atacado decenas de embarcaciones en el Caribe y el Pacífico oriental, alegando que transportaban narcóticos, aunque sin presentar pruebas concluyentes.
Expertos en derecho internacional han definido estos ataques como ilegales, y los más críticos con Trump los han calificado incluso como "asesinatos extrajudiciales". Más de un centenar de personas han muerto en estos operativos.
Además, Estados Unidos ha desplegado una importante fuerza naval en el Caribe, con el portaaviones más moderno de su flota, el Gerald R. Ford, como buque insignia, en lo que denomina Operación Lanza del Sur.
Más allá del combate al narcotráfico, la campaña militar de Trump en la región parece tener también un fuerte componente petrolero. A mediados de diciembre, el mandatario ordenó un bloqueo "total y completo" de todos los buques petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela.
El petróleo es una fuente de ingresos fundamental para el gobierno venezolano, y el bloqueo estadounidense se ha considerado una forma de presión para forzar un cambio de régimen en Caracas.
De hecho, el propio Trump confirmó en octubre que había autorizado a la CIA a llevar a cabo operaciones encubiertas en Venezuela. Además, Washington designó recientemente al Cartel de los Soles, supuestamente liderado por el presidente Nicolás Maduro, como organización terrorista, lo que otorga más poderes a las fuerzas del orden y militares estadounidenses para atacarla.
Más allá de las declaraciones de Trump, la veracidad de sus afirmaciones sobre la supuesta destrucción de una planta de producción de drogas en Venezuela aún no ha sido confirmada por otras fuentes oficiales. Sin embargo, esta acción se enmarca en una escalada de tensión y acciones militares de Estados Unidos contra el gobierno de Maduro en los últimos meses.
