La llegada de Lucía Sanhueza Vargas, madre de la ministra de Salud Ximena Aguilera, al Hospital del Salvador el 23 de diciembre con una fractura, y su posterior cirugía en menos de 10 horas, ha desatado una ola de críticas por un supuesto trato preferencial debido a su vínculo con la autoridad.
Según los registros del hospital, la intervención de Sanhueza Vargas alteró el orden de las cirugías ya programadas y la paciente ingresó a pabellón sin los papeles administrativos requeridos, algo que rara vez ocurre. Funcionarios del propio centro médico apuntan a que difícilmente habría ocurrido de no tratarse de la madre de la ministra.
El caso contrasta con el de Ruth Ríos, una mujer de 92 años que llegó al mismo hospital el 9 de octubre con una fractura, pero tuvo que esperar más de 10 horas para ser atendida. Finalmente, su cirugía nunca se concretó y falleció el 31 de octubre producto de las complicaciones.
La hija de Ruth, Patricia Grez, relata que su madre era una mujer con mucha vitalidad y que hacía todas sus actividades sola. "De un día para otro darme cuenta de que, por no tener los contactos, por no ser la mamá de una ministra, la mía murió. Tengo rabia, tengo pena, tengo impotencia", expresó.
Otros casos similares han salido a la luz, como el de Francisco Arenas, cuya madre de 86 años esperó 12 horas para ser internada y casi 30 días para ser operada de cadera en el mismo hospital, lo que derivó en un deterioro de su salud que finalmente le costó la vida.
Según un estudio realizado en 2020, el tiempo de espera promedio para operar una fractura de cadera en hospitales públicos es de 6 días, es decir, 144 horas. Sin embargo, en el caso de la madre de la ministra Aguilera, la cirugía se realizó en menos de 10 horas.
El director ejecutivo del Ipsuss, Jorge Acosta, afirma que una fractura de cadera debe ser resuelta lo antes posible para evitar complicaciones graves en los adultos mayores, como neumonías, infecciones o úlceras por presión.
Las denuncias de trato preferencial y la muerte de pacientes que esperaron atención médica han generado un fuerte rechazo en la opinión pública, lo que podría derivar en un escándalo político para la ministra de Salud.
