En un giro histórico, el 2025 marcó el fin de dos décadas de dominio de la izquierda en Bolivia. Tras un amargo enfrentamiento interno, el Movimiento al Socialismo (MAS) y sus principales líderes, Evo Morales y Luis Arce, vieron cómo su proyecto político se desmoronaba ante el avance de la derecha.
La caída de la izquierda boliviana tuvo tres factores clave, según el analista político Vladimir Peña: la crisis económica que golpeó al país, la falta de renovación de liderazgos dentro del MAS y la "guerra fratricida" desatada entre Morales y Arce.
Morales, quien había liderado el "proceso de cambio" durante años, se vio imposibilitado de participar en las elecciones de 2025 tras una sentencia del Tribunal Constitucional Plurinacional. Sus intentos por mantener el control del partido a través de alianzas con otros sectores de izquierda fracasaron, y tuvo que ver cómo su delfín político, Andrónico Rodríguez, también era derrotado en los comicios.
Por su parte, el expresidente Arce, quien asumió el cargo en 2020, no logró unificar a la izquierda y enfrentó una dura oposición de Morales hasta el final de su mandato. Finalmente, el 7 de noviembre de 2025, Rodrigo Paz, de la derecha, se impuso en la segunda vuelta presidencial, cerrando así un ciclo político de dos décadas.
"El proceso de cambio fue herido de muerte, y las distintas facciones dentro del MAS contribuyeron a la derrota electoral de agosto, lo que dio paso a la derecha", reconoció Arce al término de su gobierno.
El colapso de la izquierda boliviana es visto por los analistas como el fin de una era y el inicio de un nuevo capítulo político en el país andino, marcado por la fragmentación de las fuerzas progresistas y el ascenso de la derecha.












