El Gobierno nacional de Colombia ha declarado la emergencia económica con el objetivo de fortalecer las finanzas públicas, garantizar el funcionamiento del Estado y proteger los programas sociales. Esta medida excepcional se da en medio de un contexto fiscal complejo generado por la negativa del Congreso a aprobar la Ley de Financiamiento.
Ante las versiones falsas que han circulado en redes sociales, medios de comunicación y por sectores de la oposición, el Ejecutivo aclaró que la declaratoria de emergencia económica no implica un aumento generalizado de impuestos ni afectará a la mayoría de la población colombiana.
Según explicó el Gobierno, la emergencia económica busca asegurar la estabilidad fiscal y evitar una crisis financiera futura, permitiendo recaudar aproximadamente $3,5 billones de pesos de manera responsable y equitativa. Estos recursos son necesarios para ejecutar el Presupuesto General y garantizar la continuidad de servicios esenciales para la ciudadanía, sin trasladar la carga tributaria al pueblo trabajador ni a los sectores de ingresos medios y bajos.
Las autoridades enfatizaron que no se crearán nuevos impuestos para la mayoría de los colombianos. Las medidas tributarias que se adopten en el marco de la emergencia estarán dirigidas exclusivamente a personas con mayores ingresos y patrimonios, con el propósito de lograr un recaudo más justo y progresivo.
El Ejecutivo recordó que la emergencia económica es un mecanismo contemplado en la Constitución Política, que permite al Estado actuar de manera preventiva frente a riesgos que puedan comprometer seriamente la economía nacional. No se trata únicamente de una herramienta para enfrentar crisis ya materializadas, sino de un instrumento para corregir desequilibrios fiscales y proteger el desarrollo económico y social del país antes de que se presenten consecuencias más graves.
En cuanto al gasto público, el Gobierno aseguró que la emergencia económica no contempla recortes a los programas sociales ni la implementación de medidas como el impuesto del 5 1000. Por el contrario, la prioridad es garantizar los recursos necesarios para sectores fundamentales como la salud, la educación, la seguridad ciudadana y el fortalecimiento financiero de las universidades públicas, así como la protección de la Fuerza Pública y la atención de eventuales emergencias.
Finalmente, se precisó que la declaratoria de emergencia económica tiene una duración limitada y está sujeta a estrictos controles institucionales. Tanto el Congreso de la República como la Corte Constitucional deberán revisar las motivaciones y los decretos que se expidan en este marco, con el fin de asegurar su legalidad y legitimidad. El Gobierno reiteró que esta decisión busca preservar el bienestar de millones de hogares colombianos y garantizar la continuidad de los derechos y servicios esenciales sin afectar a la población trabajadora.












