El evismo se está movilizando para participar en las elecciones subnacionales de 2026 en Bolivia, luego de verse imposibilitado de hacerlo con la sigla de Morena, el partido político con el que había firmado un acuerdo. Ante esta situación, dirigentes evistas aseguran que ya cuentan con candidatos inscritos a través de distintas organizaciones políticas a nivel nacional y que esperan ocupar más espacios mediante sustituciones, una vez que se registren renuncias o inhabilitaciones de otros candidatos.
Omar Ramírez, un dirigente evista, afirmó que "hay candidatos que se han inscrito para llenar espacios y estos candidatos, en el transcurso de estos días, estarían ejecutando para que se haga la sustitución tal como corresponde dentro del marco del calendario electoral. También hay siglas que tienen espacios; una vez que sean inhabilitados, vamos a sustituir los nombres o las planchas de diferentes municipios en todo el territorio nacional."
Según el Reglamento de las Elecciones Subnacionales 2026, las candidatas o candidatos solo podrán ser sustituidos por causa de renuncia, inhabilitación, fallecimiento, impedimento permanente o incapacidad total, acreditados ante el Tribunal Electoral Departamental competente.
El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Gustavo Ávila, confirmó el registro de 34.618 precandidatos para las elecciones subnacionales previstas para el 22 de marzo de 2026. El próximo 9 de enero se publicará la lista de candidatos habilitados e inhabilitados, y el proceso de sustitución se extenderá hasta febrero de 2026.
Ramírez también señaló que el evismo tiene más candidatos inscritos en Cochabamba, Beni, Pando y Chuquisaca, y que están recibiendo ofertas de espacios de forma desinteresada a través de otras siglas políticas.
La estrategia del evismo de ocupar los espacios de candidatos inhabilitados o renunciantes en las elecciones subnacionales de 2026 es una maniobra política que busca mantener su presencia en el ámbito local, a pesar de la inhabilitación de Morena, el partido con el que habían alcanzado un acuerdo. Esta situación refleja la complejidad del panorama político boliviano y la necesidad de un proceso electoral transparente y apegado a la ley.
